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CC OO alerta del deterioro del tejido productivo desde 1985 por el peso de la burbuja inmobiliaria

España se endeudó 2,8 billones para duplicar su crecimiento

Un estudio elaborado por el gabinete técnico de CC OO desvela todas las claves de qué ha propiciado que la economía española haya llegado a la situación actual de sobreendeudamiento.

Hace treinta años España tenía tres opciones para crecer económicamente: invertir endeudándose en vivienda y construcción; endeudarse, pero invirtiendo en más y mejores empresas en sectores de creciente valor añadido; o podía no haber invertido en nada, pero tampoco se habría endeudado.

"De estas tres opciones, España optó por la primera que es, sin duda, la peor de todas, y esto nos ha llevado a la crisis actual", aseguró ayer el director del Gabinete Técnico de Comisiones Obreras, Miguel Ángel García y coautor-junto a Carlos Martín y Luis Zarapuz- de un exhaustivo estudio sobre los Conceptos básicos del tejido productivo español entre 1985 y 2011.

Este trabajo parte de una evidencia: desde 1985 la economía española ha experimentado un fuerte crecimiento, hasta el punto de duplicar su producción medida en términos reales (tras descontar el efecto de la inflación). Pero ¿qué han producido los españoles para anotar tan fuerte avance de su economía? Para los autores de este estudio una de las principales causas que ha llevado a la economía española a la crisis en la que está inmersa ha sido usar las operaciones inmobiliarias como motor del crecimiento.

Esto alimentó la ahora denostada burbuja inmobiliaria, distribuida en dos etapas -(1985-1991) y (1998-2008)- lo que generó la acumulación de una "ingente" deuda por los agentes económicos españoles de 2,8 billones de euros, (uno de estos billones es de préstamos hipotecarios). En paralelo, el informe denuncia que se ha ido creando un tejido productivo "muy frágil" donde las manufacturas han pasado de representar el 25% de la producción en 1985 al 12% en 2011. Además, esta pérdida de protagonismo de la industria no se ha sustituido con inversiones en empresas y sectores que generaran mayor valor añadido. Prueba de ello es que el sector manufacturero solo ha aportado el 0,5% del aumento del valor añadido desde 1985, frente al 30% aportado por la construcción.

En este escenario, España ha desarrollado su actividad con unas pocas empresas muy grandes (las del IBEX) que suelen producir fuera de España y dependen mucho de la regulación pública (energía o entidades financieras) y una gran mayoría (más del 90%) de pequeñas empresas "que no se consolidan porque no crecen".

¿Cómo cambiar todo esto?. Lo primero sería lograr que la economía española sea más competitiva: mejorando la calidad de sus productos (algo imposible en el corto y medio plazo) o con menores precios. Según estos expertos, para abaratar el producto debe haber moderación salarial (esta parte se ha cumplido, ya que los salarios reales han crecido una media del 0,36% anual desde 1985) y los empresarios deben aceptar menores beneficios y mayores reinversiones. Esto último, más pendiente de cumplirse, requiere un cambio de cultura empresarial y una política económica que lo fuerce.

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