Botín dice que en 2013 "veremos un fuerte aumento de resultados"
El grupo Santander cerró el pasado ejercicio con unos resultados peor de lo que estimaba el mercado. Ganó 2.205 millones de euros, un 59% menos, tras dotar 18.800 millones, en gran parte destinado a sanear su riesgo inmobiliario en España. Estos son los peores resultados desde 1999. Emilio Botín, no obstante, aseguró ayer que "en 2012 el beneficio ha marcado un punto de inflexión. En 2013, una vez terminados los saneamientos especiales, veremos un fuerte aumento de resultados". En España habrá que esperar un año más.
No ha sido un buen año para ninguna entidad financiera española y 2013 seguirá siendo un año duro y complejo para el sector. Pero la gran banca quiere enterrar ya la lacra de las provisiones extras destinadas a cubrir el riesgo inmobiliario. Eso es al menos la conclusión de la presentación de los resultados de Santander. El grupo, uno de los mayores y más solventes del mundo, cerró su peor ejercicio desde 1999 al ganar solo 2.205 millones, con un desplome del 59% como consecuencia de las fuertes dotaciones que realizó, 18.800 millones, lo que supone 6.600 millones más que un año antes.
El beneficio antes de provisiones, sin embargo, alcanzó los 23.559 millones, un 2% más que un año antes, y "sitúa a Santander como el tercer banco del mundo" por generación de beneficios, explicó Emilio Botín.
El beneficio ordinario del grupo ascendió a 5.251 millones, a los que se sumaron los 1.065 millones que obtuvo con la venta de la unidad de Colombia, entre otras operaciones, pero hubo que restar los 4.110 millones netos para sanear el ladrillo en España, lo que arrojó un resultado de 2.205 millones.
Y es que la losa del riesgo inmobiliario en España ha sido el principal punto negro que ha arrastrado a la baja el beneficio del grupo. Por ello, uno de sus objetivos en el país era reducir considerablemente su stock inmobiliario, y así ha sido, según explicó el consejero delegado, Alfredo Sáenz. Santander redujo a la mitad su exposición neta al riesgo inmobiliario en España, desde los 24.900 millones que tenía en 2011 a 12.500 millones a cierre de diciembre. Y_ha provisionado la totalidad de sus activos tóxicos como fija la normativa. Incluso cuenta con una reserva de 800 millones de euros para saneamientos en los tres primeros meses de este año.
Y se ha fijado como reto dar salida a los pisos que tiene aún en cartera, objetivo que espera cumplir entre este año y parte de 2014. Para ello, mantendrá la política comercial agresiva en la venta de inmuebles que empleó en 2012.
Para ello, ya ha presupuestado 1.000 millones, que servirán para asumir nuevos descuentos en "venta acelerada de carteras", explicó Sáenz ante los analistas, y reconoció la voluntad del banco de adelantarse a Sareb "antes de que empiece a operar en el mercado de forma eficiente". Botín aseguró que por "primera vez desde que comenzó la crisis" Santander bajó el volumen de inmuebles adjudicados, con caída del 8%.
Sin triunfalismos, pero tampoco sin reproches, el presidente del grupo anunció que durante el pasado ejercicio "el beneficio ha marcado un punto de inflexión. En 2013, una vez terminados los saneamientos especiales, veremos un fuerte aumento de resultados, apoyados en la recurrencia de ingresos y el control de los costes".
En España, sin embargo, los resultados no volverán a la senda marcada antes de la crisis hasta el próximo ejercicio como pronto, pese a que el grupo vislumbra ya un cambio de ciclo económico. El banquero, aunque no quiso hacer estimaciones, considera que los resultados en España se "normalicen" entre 2014 o 2015, al tiempo que ha admitido que esta mejoría se producirá con "un año de retraso" sobre lo inicialmente previsto.
Pese a estas previsiones, Botín fue optimista con respecto a la economía española. "Tenemos la confianza de que estamos cerca de un cambio de ciclo", dijo. Este incipiente giro que vislumbra para la economía española espera que se refleje en las cuentas del banco.
El pasado año Santander apenas tuvo beneficios en España, pese a ser el mayor grupo. Ganó menos de 100 millones si se incluyen todos los negocios que se realizan en el país, no solo la banca comercial que obtuvo pérdidas y en la que opera Banesto y la red Santander. Banesto, de hecho, obtuvo un beneficio atribuido de 94 millones de euros, con una caída del 28%, gracias a su consolidación en las cuentas de Grupo Santander -este banco va a ser absorbido por la matriz, lo mismo que Banif-. Pero sus pérdidas se elevan a 955 millones de euros tras realizar provisiones por 2.343 millones para sanear sus activos inmobiliarios. En total, el grupo en España provisionó 3.047 millones descontadas las plusvalías que se han destinado a este fin (4.110 millones netos).
Sobre la operación de absorción de Banesto Botín, que hasta ahora había defendido la existencia de las dos marcas en España y había considerado este banco la joya de la corona, resumió su argumento afirmando:_"cada día tiene su afán". El banquero dijo que ahora "la estrategia de tener dos redes comerciales en España y una red de banca privada de alta renta separadas tenía sentido en el pasado y en un entorno económico distinto". Y añadió que ahora "tiene mucho más sentido operar con una sola marca, pues vamos a ser capaces de competir mejor".
España aporta el 15% del beneficio del grupo, con 1.290 millones sin provisiones.
Pero el verdadero peso de la cuenta de resultados se encuentra en Latinoamérica, donde descansan la mitad de sus beneficios. La filial brasileña aporta el 26%. Le sigue México, con el 12 % y Chile, con el 6%. Las dudas de los analistas se centran ahora en Brasil, aunque Botín fue tajante, "no estoy para nada de acuerdo con estas dudas". Afirmó que el "gobierno seguirá haciendo reformas para consolidar los avances. Por ello confío totalmente en Brasil", añadió.
El reto del año 2013 será domestico. Sobre la posible compra de entidades en España, el banquero dijo que en la actualidad estudian con "el máximo interés" Catalunya Banc. Pero pidió al Gobierno que no retrasará las subastas de las entidades nacionalizadas. Santander ha devuelto ya al BCE 24.000 millones de euros, todo lo que pidió en 2011 para obtener liquidez.
Sobre un posible relevo en la cúpula Botín, de 78 años, dijo que tanto él como Sáenz, con 70 años, "estamos a pleno rendimiento".
Cambios en la Ley Hipotecaria solo "temporales y transitorios"
Emilio Botín no quiere sustos ante la previsible reforma de la Ley Hipotecaria. El presidente del grupo Santander reclama que cualquier cambio que se vaya a introducir en dicha norma sea "temporal y transitorio", y afirma que "la recuperación debería comenzar en el ejercicio 2013 o 2014.Esta petición tenía un destinatario claro, el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien el miércoles declaró en el Congreso que el Gobierno prevé limitar a 30 años el plazo máximo de las hipotecas y elevar a tres años la _duración de los alquileres del Fondo Social _de Viviendas, dentro _de un paquete de medidas para proteger _a los colectivos más vulnerables.Para Botín el sistema hipotecario de España "funciona muy bien", ya que existe una cultura de pago hipotecario muy arraigada que hace que "el 97 % de las hipotecas que hay se pagan".También se refirió a la iniciativa lanzada por la entidad en 2011 para ayudar a sus clientes hipotecados con problemas, una moratoria hipotecaria con la que benefició a 21.000 clientes en 2012, explicó. "En Santander lo tenemos muy claro, el desahucio es la última y peor opción para todos: para nuestros clientes y también para el banco"
El inicio de un cambio de ciclo
Emilio Botín aprovechó la presentación de resultados del ejercicio 2012, el peor desde 1999, para lanzar varios guiños al Gobierno. Ya en el trimestre anterior, el consejero delegado, Alfredo Sáenz, también suavizó sus mensajes sobre el futuro de la economía española, y eso pese a que desde que se inició la crisis en el país la cúpula de Santander había criticado la situación española. Lógico si se tiene en cuenta que los mercados habían penalizado al banco por sus orígenes, España, aunque solo representa el 15% del beneficio del grupo, si no se tienen en cuenta las provisiones.Botín reconoció ayer que el entorno en España "ha sido muy complicado tanto por la recesión de la economía como por las fuertes tensiones en los mercados de deuda soberana y bancaria". Y presumió de que Santander "ha realizado a lo largo del año importantes iniciativas de apoyo a las empresas". Y también ha apoyado iniciativas del Gobierno, como Sareb.El grupo, no obstante, no ha conseguido hacer negocio en créditos, la principal actividad de un banco. Su volumen crediticio descendió en España un 6%, y eso pese a que los bancos nacionalizados han abandonado este segmento del negocio. Uno de los objetivos de 2013 de Santander, según explicaron ayer, es aumentar la concesión de créditos.Por el contrario, la entidad ha logrado sacar partido de la reestructuración del sistema financiero en España en la captación de ahorro. Ha arañado cuota de mercado a sus competidores al mejorarla en 2,2 puntos durante el pasado año y ha aumentado sus depósitos de clientes en 22.000 millones.Tanto Botín como Sáenz insistieron en que aún no hay demanda de crédito en España, por la debilidad de la economía. El banquero afirmó que la banca española ya está "preparada" para dar crédito, pero insistió en que todavía la demanda es "débil". Y añadió que los empresarios aún no piden créditos.Tanto Botín como Sáenz reiteraron que aún queda un duro camino por recorrer, pero lanzaron mensajes esperanzadores. "Vemos el futuro con optimismo porque, aunque este año 2013 será duro en España, tenemos la confianza de que estamos cerca de un cambio de ciclo. Estamos convencidos de que iremos de menos a más", concluyó Emilio Botín.Y_ello se conseguirá porque en Europa "se han logrado progresos muy importantes en el cambio económico y político y se están sentando las bases de una Europa más fuerte e integrada y de una España más sólida y competitiva". Y centró más la recuperación. "Creo que estamos entrando en una nueva fase, y la recuperación será más evidente en 2014. Se está gestionando mejor la crisis en la eurozona" y se está produciendo un "profundo avance en las reformas en España".Además, cree que el cambio de tendencia en el país es evidente. Y en gran parte se debe a los avances en la corrección de desequilibrios y gracias a las reformas del Gobierno, como la del mercado de trabajo, el déficit público y la reestructuración de la banca.Pero recordó que no hay que bajar la guardia. "Hay que proseguir con las reformas y cuidar el déficit público y el sistema financiero debe completar su reestructuración, vigilar la liquidez y mejorar su rentabilidad".Considera que la reforma financiera está en su recta final, y cree que 12 bancos serán suficientes. Descarta un oligopolio financiero.