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Sus titulares tendrían alrededor del 7% del capital de la entidad castellana

Las preferentes complican la cuenta atrás para la fusión de Unicaja y Ceiss

Bruselas y el Banco de España han advertido a Unicaja y Ceiss que su acuerdo de fusión debe ser firme antes del desembolso de la ayuda europea a la entidad castellana, previsto para finales de febrero. Pero el canje de los 1.000 millones de híbridos de Ceiss, que darán a sus titulares alrededor del 7% del capital del banco, surge como el enésimo escollo.

Unicaja y Caja España Duero -posteriormente redenominada como Banco Ceiss- firmaron un preacuerdo de fusión en marzo de 2011 que, dos años después, aún no ha llegado a materializarse y que en las próximas semanas aborda su fase decisiva. La revolución sufrida por el conjunto del sector financiero fue modificando una y otra vez el escenario de las negociaciones, a medida que iban llegando nuevas exigencias de provisiones. Y el cambio determinante vino con el déficit de capital detectado por Oliver Wyman en Banco Ceiss, que se cubrirá con una inyección de 604 millones del fondo de rescate europeo.

Según reconocieron ambas entidades el pasado 21 de diciembre, el memorando de entendimiento por el que se regula la inyección de ayudas europeas a la banca española hace necesaria la redefinición del pacto de integración de Ceiss y Unicaja, que quedó sin efecto según los términos alcanzados hasta ese momento. Las dos entidades trabajan ahora en un nuevo acuerdo que se ajuste a las nuevas exigencias y que debe estar listo antes de que se materialice la inyección de los 604 millones de euros en Banco Ceiss, prevista para las próximas semanas.

Sin embargo, un nuevo obstáculo vuelve a enturbiar las negociaciones, en esta ocasión las preferentes y deuda subordinada de la entidad castellana, que deberán canjearse por acciones de acuerdo con las exigencias de Bruselas, que impone una quita a sus titulares con la que garantizar que los accionistas del banco también corran con parte del coste de la recapitalización. De hecho, el memorando de entendimiento reconoce a los híbridos como capital, lo que supone su conversión obligada en acciones. Y esto implica que Unicaja, que no comercializó preferentes entre su clientela, asuma la resolución de un problema con el que no contaba.

Si la fusión se materializa antes de recibir las ayudas, como pretende Bruselas, la nueva entidad tendrá la tarea pendiente de dar respuesta a los 400 millones de euros de preferentes colocados entre los clientes de Banco Ceiss. Además, el canje de los 1.000 millones de euros en híbridos de la entidad castellana -preferentes más subordinada- supondrá poner en manos de inversores privados alrededor del 7% del capital de Ceiss, según apuntan fuentes financieras. Una presencia que no sería del agrado de Unicaja, teniendo en cuenta que su tamaño es inferior al de la entidad castellana y que ya habría que dar entrada en el accionariado de la entidad fusionada al FROB, como consecuencia de las ayudas públicas europeas aportadas a Ceiss.

'Due diligence', la próxima semana

El 6 de febrero es la fecha prevista en la que el MEDE aportará al FROB los 1.865 millones de euros para la capitalización de Ceiss, BMN, Liberbank y Caja3. Y el FROB a su vez canalizará esa inyección a las entidades, por lo que el pacto de fusión de Ceiss y Unicaja debería cerrarse en las siguientes semanas. Como paso previo, el FROB anunciará la semana próxima el resultado de la due diligence realizada a Ceiss, necesaria para determinar los términos del canje de preferentes.

La difícil alternativa de la subasta

De no haber acuerdo de fusión a tiempo con Unicaja, la alternativa para Ceiss diseñada por Bruselas a cambio de la entrega de los 604 millones de euros necesarios para cubrir su déficit de capital es la adjudicación en subasta, el mismo destino que espera a Cataluyna Banc y también a Novagalicia, en el caso de que no termine de encontrar accionistas privados.Fuentes financieras reconocen que, a pesar de los recurrentes obstáculos surgidos en el interminable proceso de fusión, tanto Unicaja como Ceiss son partidarias de alcanzar un acuerdo. Unicaja para dar el salto en tamaño que ansía -con su integración con una entidad que ya queda capitalizada y limpia de ladrillo- y Ceiss para quedar en la órbita de una entidad que haga menos duras las exigencias de Bruselas.Su fusión ayudaría además a cerrar un capítulo más del largo proceso de reestructuración de la banca española, en el que la subasta de Catalunya Banc es la próxima parada. Los candidatos a hacerse con la entidad catalana ya han mostrado sus reticencias a participar en una subasta en la que el FROB renuncia a ofrecer un esquema de protección de activos (EPA) que la haga más atractiva, lo que plantea incertidumbres sobre el resultado del proceso. Desde el sector advierten que nuevas subastas, como una hipotética de Banco Ceiss, encontrarían el mismo problema y las mismas reticencias.

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