Los extranjeros compran 33.000 millones de deuda soberana de España en cuatro meses
Los inversores de fuera de España concluyeron 2012 con 224.662 millones de euros en deuda soberana. Han aumentado su inversión en 32.846 millones de euros desde el mínimo de 191.830 millones correspondiente a agosto.
La recta final del año pasado fue positiva para la deuda española. La intervención de Mario Draghi con las palabras mágicas que pronunció el pasado 26 de julio, cuando aseguró que el BCE "está dispuesto a hacer lo que haga falta para preservar el euro", frenó en seco la especulación sobre la deuda pública española. La rentabilidad del bono a 10 años había llegado a superar el 7% y la prima de riesgo española en su peor momento rozó los 650 puntos básicos.
Julio fue un mes para olvidar. Los inversores extranjeros habían deshecho posiciones a diestro y siniestro en la deuda soberana española. Habían pasado de controlar 281.439 millones de euros a finales de 2011 a poco más de 191.000 millones en agosto. Solo las compras de la banca española, al calor de las megainyecciones de liquidez de diciembre de 2011 y febrero de 2012, habían logrado contener una estampida del diferencial del bono nacional frente al sacrosanto bund alemán.
La buena noticia es que la percepción sobre España y sobre los países del arco mediterráneo en general comenzó a cambiar, atraídos por la alta rentabilidad de su deuda, en comparación con los activos de primerísima calidad del países del norte. Alemania había conseguido financiarse a tipos mínimos a plazos de una década. La rentabilidad de su bund alemán a 10 años llegó a marcar un pírrico 1,127% el 23 de julio del año pasado en su mínimo intradía. Hoy, sin embargo, la rentabilidad -que se mueve de manera inversa al precio- ha subido hasta el entorno del 1,66%.