La inspección de los 'hombres de negro' al cuartel de la supervisión
Los inspectores de la troika -FMI, BCE y CE- o más conocidos como hombres de negro visitan hoy nuevamente España. También se sumarán expertos de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) y del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). La razón, comprobar cómo evoluciona la salud de la banca española tras recibir una elevada dosis de medicina, que puede costar al contribuyente más de 52.000 millones de euros, según explicó hace algo más de un mes el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia.
Durante la visita de la troika, el Ejecutivo español tiene previsto negociar una solución para resolver de una vez por todas el escabroso problema de las participaciones preferentes que afectan a miles de pequeños ahorradores que no pueden recuperar su dinero atrapado en un producto ilíquido y vendido en muchas ocasiones como si fuera un depósito. El objetivo del Gobierno es convencer a los hombres de negro para que estos pequeños ahorradores pierdan lo menos posible en el canje de sus preferentes y poder recurrir a aportaciones de la banca al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) -la banca no quiere, claro- o a dinero público para hacer líquidos estos productos atrapados en entidades nacionalizadas.
Los trabajadores de Ceiss, el banco de Caja España-Duero, también están pendientes de la visita de la troika. Y es que la solución que se busque a este híbrido será también decisiva para plasmar definitivamente la firma de la fusión o mejor dicho absorción de Ceiss por Unicaja.
Unicaja quiere prácticamente la totalidad de Ceiss, y el valor que se pueda dar a las preferentes de la entidad castellanoleonesa puede otorgar a los tenedores de estos títulos una participación relevante en la nueva entidad resultante de la unión de Unicaja y Ceiss.
Esa es la única incógnita que queda por resolver para que la firma que preside Braulio Medel se quede ya con el banco de Caja España-Duero. De no ser así, Ceiss será subastada en marzo, tras recibir en febrero una inyección de capi¬tal de 604 millones. El grupo malagueño no quiere perder esa pieza, con la que lleva casi dos años de negociación.
España recibirá los 1.865 millones de euros destinados a sanear las cuentas de Liberbank, BMN, Ceiss y Caja3 el próximo 6 de febrero, nueve días después de que el MEDE haya dado el visto bueno formal al desembolso.
Los hombres de negro también despacharán con los directivos del Banco de España, incluso con los inspectores de esta institución. La troika debatirá con la cúpula de esta institución el documento sobre los nuevos procedimientos supervisores que tiene previsto implantar la institución que encabeza Luis María Linde por exigencia de Bruselas. Y lo lógico es que mantengan alguna que otra entrevista con los inspectores para que les expliquen cuáles son sus quejas y sugerencias reflejadas en un documento, aún borrador, que está en poder de la comisión interna del Banco de España.
Este documento recoge las 30 medidas que los inspectores consideran que deberían incluirse en los procesos de supervisión (una parte ya está en el informe que ha realizado el consejero de la institución Ángel Luis López Roa). Este borrador, publicado por El País, ha puesto en pie de guerra a una parte de los inspectores y de la plantilla de la institución. Aunque se ha intentado calmar los ánimos entre la cúpula del Banco de España y los inspectores, el mar de fondo continúa.
Las quejas de este colectivo se remontan a 2005. La Asociación de Inspectores celebrará una asamblea el 6 de febrero. Fuentes cercanas a esta agrupación aseguran que la reunión es clave para estos profesionales que llevan años reivindicando cambios. Eso sí, aseguran que Linde, por lo menos, les escucha.