La troika vuelve el lunes a Madrid para examinar si se cumplen las condiciones de rescate bancario
Los inspectores de la troika -la Comisión, el BCE y el FMI- viajan el lunes a Madrid para verificar por segunda vez sobre el terreno si España está cumpliendo las condiciones exigidas por la UE a cambio del rescate bancario de 40.000 millones de euros. Además, el MEDE dará su visto bueno al desembolso de 1.865 millones de euros, que serán inyectados en los cuatro bancos no nacionalizados, Liberbank, Caja3, BMN y España-Duero (CEISS).
Los inspectores de la troika vuelven a España. Los conocidos como hombres de negro, visitarán Madrid para comprobar si el país va en la buena dirección en el cumplimiento de los requisitos exigidos en el Memorándum de Entendimiento (MoU) del rescate bancario. A los representantes de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y Fondo Montario Internacional (troika) se sumarán expertos de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) y del mecanismo europeo de estabilidad (MEDE).
La llegada de los inspectores se produce dos meses después de su primera visita, que se produjo durante la segunda quincena de octubre del año pasado y la conclusión fue que España sí estaba cumpliendo lo acordado.
Ello permitió el desembolso del primer tramo de la ayuda, por valor de 39.500 millones de euros, destinada a las entidades nacionalizadas (Bankia, Novagalicia Banco, Catalunya Banc y Banco de Valencia) y al banco malo (Sareb).
Además, también mañana, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) dará su visto bueno formal al desembolso de 1.865 millones de euros de la ayuda financiera concedida a España, que serán inyectados en los cuatro bancos no nacionalizados, Liberbank, Caja3, BMN y España-Duero (CEISS).
El consejo de administración del fondo de rescate permanente europeo mantendrá una teleconferencia en la que aprobará el pago del segundo tramo del programa de asistencia al país, la última formalidad necesaria para que España reciba el dinero.
La ayuda se destinará a recapitalizar Banco Mare Nostrum (que recibirá 730 millones), Banco Ceiss (604 millones), Liberbank (124 millones) y Caja3 (407 millones). A cambio, las entidades reducirán su tamaño de media un 30% y deberán centrarse en el negocio minorista y la concesión de préstamos a pymes en las regiones en las que habían operado tradicionalmente, reduciendo sus créditos a proyectos inmobiliarios.