Líderes europeos venden a sus socios latinoamericanos la mejora de su economía
Líderes políticos europeos se afanan en exponer ante empresarios europeos y latinoamericanos las mejoras de la economía europea y su buena posición como inversor a nivel internacional, y subrayan que ya ha superado la fase aguda de la crisis, si bien aún hay camino por recorrer.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha subrayado ante empresarios europeos y latinoamericanos los progresos realizados por la Unión Europea (UE) para superar la crisis económica, y reafirmó su peso en la economía mundial y como principal inversor en el subcontinente.
"Es importante subrayar que, en términos de gobernanza económica, la UE ya no es lo que era al comienzo de la crisis", indicó Barroso en la clausura de la cumbre empresarial entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que precede a la de líderes de las dos regiones.
"La eurozona ya no está en modo de tratamiento existencial", declaró por su parte el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
Poco antes, el comisario europeo de Comercio, Karel de Gucht, reconocía que la UE todavía se encuentra en un "momento difícil", con una tasa de crecimiento aún "muy débil" y a un "alto y creciente desempleo".
Pero enfatizó que "la parte aguda de la crisis ha pasado".
"Hay incluso señales positivas en países que fueron especialmente golpeados por la crisis", dijo, y mencionó que España ha incrementado sus exportaciones en los últimos meses, y que es posible que Irlanda, país rescatado por sus socios comunitarios, pueda volver a financiarse en los mercados a finales de año.
A pesar de las dificultades, "Europa todavía es el mayor mercado del mundo", con 500 millones de consumidores, así como el principal exportador e importador y el mayor receptor de inversiones extranjeras directas, recalcó De Gucht.
En su opinión, el comercio internacional y las inversiones "son una parte fundamental de la solución de los desafíos a los que se enfrenta Europa".
En ese contexto, reconoció que la economía comunitaria se contrajo el último año, pero subrayó que esa contracción "fue un 75 % menor de lo que habría sido sin los ingresos procedentes del comercio con el resto del mundo".
Por su parte, el primer ministro de Francia, Jean Marc Ayrault, fue contundente en su intervención al afirmar que "Europa está de vuelta".
El jefe del Gobierno francés hizo un repaso de las medidas que la UE ha puesto en marcha para superar la crisis que afecta especialmente a los países de la zona euro.
En concreto, destacó los progresos para lograr una unión bancaria en la UE, así como el "pacto por el crecimiento y el empleo" para estimular esas áreas de forma paralela a los esfuerzos por lograr la consolidación fiscal.
"El crecimiento de los países más amenazados de la zona euro empieza a remontar", aseguró.
"Algunos pueden decir que Europa ha tardado un poco (...), pero ya hemos dejado atrás estos problemas", concluyó, y abogó por "aprovechar todas las ocasiones para impulsar las relaciones comerciales" entre la UE y la Celac.
Ayrault lanzó un "mensaje de confianza y esperanza en el futuro de América Latina y Europa", y reconoció especialmente la "vitalidad" del subcontinente.
El primer ministro francés insistió en que las inversiones entre Europa y Latinoamérica "necesitan un ambiente jurídico claro y no discriminatorio", de manera que se puedan respetar los acuerdos internacionales y "dar un horizonte a largo plazo a los empresarios".
Mientras tanto, el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, manifestó en el foro empresarial que la crisis también "evidenció la necesidad de reforzar nuestra colaboración".
"Se verifica una atención doble, en el sentido de que Europa debe abrirse al mundo y establecer nuevas relaciones económicas y políticas", apostilló.