¿Quién no ha conducido alguna vez un viejo Seat?
En 2012 Seat fue la tercera marca más vendida en España, una compañía con una imagen consolidada y apreciada gracias sobre todo a su tecnología, compartida con otras marcas del grupo Volkswagen. Pero hubo un tiempo en que los Seat eran mucho más que eso. Los modelos fabricados en Barcelona fueron simplemente los automóviles que motorizaron España.
En los años cincuenta y sesenta entraban en nuestro país muy pocos coches de importación y Seat tenía una clara preeminencia sobre otras marcas de producción nacional, como Renault, Citroën o Simca. ¿Qué español mayor de 40 años no ha conducido un Seat, o al menos no ha tenido uno en su familia? Las innumerables experiencias vividas al volante de aquellos coches forman parte de la memoria sentimental de nuestra nación. Solo por ello esos vehículos merecían un museo, para que las nuevas generaciones conocieran los coches en los que viajaban sus padres y abuelos.
La nave N-122
En sus instalaciones en la Zona Franca de Barcelona, Seat conserva al menos un ejemplo de muchos de aquellos vehículos. No es propiamente un museo ni está abierto al público, lo que requeriría cumplir con determinadas condiciones, sino simplemente una nave dedicada a albergar vehículos históricos. Fernando Salvador es el director de comunicación de Seat, y la colección depende orgánicamente de su departamento. Según declaró a CincoDías, "la colección propiamente dicha comenzó en 2000, cuando se liberaron fondos para la adecuación y catalogación de coches históricos, bajo la presidencia de Andreas Schleef". Primero se llevaron los vehículos, que estaban repartidos en cuatro puntos diferentes, hasta el taller 7, y desde 2002 se encuentran en su ubicación actual. También es importante el archivo, que cuenta con miles de revistas, folletos, dossieres y fotos.
Los automóviles están colocados por orden cronológico y por tanto el primero es un 1400, cuya producción comenzó en 1953. Durante casi tres décadas los Seat (Sociedad Española de Automóviles de Turismo) se fabricaron bajo licencia Fiat. Así, el 1400 era igual que el modelo italiano. Hubo versiones A, B y C (de 1960), esta última ya con la carrocería que llevaría después el 1500. Del Seat 600, el gran fenómeno sociológico fabricado entre 1957 y 1973, se hicieron casi 800.000 unidades, y aún son muchos los nostálgicos que los conservan. En la nave hay un total de 208 automóviles colocados en cuatro grandes hileras, contando con los modelos para piezas o pendientes de restaurar.
Con el presupuesto que tienen asignado van restaurando coches, y de vez en cuando compran uno interesante. Otros han llegado gracias a la generosidad de algún trabajador de la empresa. El año pasado adquirieron un 124 D Especial 2.000 que han restaurado por completo. Solo se hicieron 829 unidades de esta versión de 1978. También exponen un 124 berlina de 1969 de los que se llevaban los ganadores del programa de TV Un millón para el mejor. Robar cualquiera de ellos era muy fácil haciéndole un puente, así que, gracias a sus buenas prestaciones, se convirtieron en los favoritos de los delincuentes de la época. Por eso en las películas de cine quinqui, un subgénero que tuvo muchos seguidores, los Seat suelen protagonizar numerosas escenas de acción.
Cuesta creerlo, pero lo cierto es que estos automóviles históricos siguen en la empresa de milagro. Fue a mediados de los ochenta cuando la dirección quiso deshacerse de los "coches viejos" que andaban desperdigados por la fábrica. "Siguen aquí gracias a Elvira Beloso", dice Fernando Salvador. Responsable del parque y secretaria de dirección ya jubilada, fue ella quien se las arregló para esquivar las indicaciones que llegaban de arriba y salvar este patrimonio. Un aspecto que hay que destacar es que no se trata de una colección estática destinada a acumular polvo, sino que el objetivo es que todos los coches funcionen y se utilicen en diferentes eventos y actividades, tanto nacionales como internacionales. Isidre López es el responsable de la colección de vehículos históricos, y está en contacto con otros museos del grupo Volkswagen. Un rasgo de las grandes marcas es que saben cuidar de su pasado.
Seat 800
Este modelo fue una rareza, una versión del 600 con cuatro puertas que no tenía equivalente en Fiat. Su proceso de construcción era curioso, ya que las carrocerías se sacaban de la línea de montaje de Zona Franca y se enviaban a Tarrasa, donde se modificaban para darle mayor distancia entre ejes. Si el 600 medía 3,21 metros, el 800 alcanzaba 3,48. Su motor de 767 cc y 29 CV de potencia máxima le permitía alcanzar 108 km/h, con un consumo medio de unos 8 litros a los 100 km. Se fabricaron solo 14.353 unidades entre 1963 y 1968, mientras que del 600 se hicieron casi 800.000.
124 Sport deportivo de otros tiempos: "A 185 km/h, y ahora un cigarrillo..."
El 124 Sport Coupé 1600 (fabricado entre 1970-1975) es uno de los coches de la colección. Tenía cinco velocidades, rendía 110 CV y alcanzaba 185 km/h, una velocidad más que respetable para la época. Parecía grande porque medía 4,12 metros, pero era 14 cm más pequeño que un Seat León actual. El salto de prestaciones entre un 600 y un 124 Sport, hoy en día sería equivalente a pasar de un Volkswagen Polo a un Porsche 911.Todo era diferente en una época donde ni siquiera había límites de velocidad, establecidos en 1973. Para demostrarlo, nada como recordar el texto de uno de sus anuncios, capaz de provocar un síncope a los actuales responsables de la Dirección General de Tráfico: "Hace falta temple para conducir el coche más rápido de España. Y experiencia. Ponga la primera y acelere: 45. Segunda: 80. Y 185 en quinta. Mire el reloj. Han pasado exactamente 40 segundos. Ahora relájese, encienda un cigarrillo y disfrute de la precisión mecánica de este coche único...
Seat panda 'papamóvil': Un plebeyo entre la nobleza
El pasado mes de diciembre, Mercedes-Benz entregó al papa Benedicto XVI un nuevo papamóvil basado en el Clase M. El suministro de coches a la Santa Sede por parte de la marca germana es una tradición que se remonta 80 años atrás. El primero fue entregado a Pío XI en 1930, y estos coches se pueden admirar tanto en el Vaticano como en el Museo de Mercedes-Benz.Otro papamóvil basado en un modelo de lujo fue el Range Rover que usó Juan Pablo II. En 1982, poco antes de que el pontífice visitara España, los organizadores se dieron cuenta de que el Range no cabía por la puerta de acceso al césped del Camp Nou, de modo que había que construir un nuevo coche en apenas 15 días. El encargo cayó en la marca local, que usó como base un Panda que hoy sigue prácticamente nuevo. De esta manera el humilde Panda se unió a la ilustre familia de los coches vaticanos..
PANDA RALLY CaRLOS SAINZ Escuela de un gran campeón
Carlos Sainz (Madrid, 1962) lleva tres décadas en el mundo del automovilismo, un tiempo en el que ha demostrado ser uno de los mejores pilotos de rallies de la historia. Sus dos campeonatos del mundo (1990 y 1992) los ganó con coches Toyota del equipo oficial (también logró cuatro subcampeonatos), pero como es lógico sus inicios fueron más humildes.Este Panda Gr.2 sirvió al madrileño para iniciarse en el mundo de los rallies, y ha sido restaurado recientemente por el departamento de vehículos históricos. Su decoración es la misma que lució en el rally de Talavera de 1982, donde Sainz y su copiloto, Juanjo Lacalle, lograron terminar en quinta posición. Su pequeño motor de 903 cc rendía apenas 62 CV, pero bastaron para que Sainz demostrara su talento y lograse una montura más potente. Seat tiene mucha historia en cuanto a rallies, y en la nave se conservan muchos de ellos, como el Ibiza Kit Car (1998), el Córdoba WRC (1999) o Córdoba WRC Evo 2 (1999).