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A fondo

Nokia o cuando todo un país se la juega a un 'smartphone'

Nokia presenta resultados esta semana. El grupo busca, en paralelo a Finlandia, recuperar cuotas de mercado perdidas. Además de planes de eficiencia y recortes de costes, todas las miradas apuntan a su smartphone estrella, Lumia, del que ha vendido más unidades de lo previsto en un principio.

Un usuario con un smartphone Lumia 920 de Nokia
Un usuario con un smartphone Lumia 920 de NokiaReuters

Nokia ve algo de luz al final del túnel. A pocos días de la presentación de sus cuentas anuales, un adelanto de datos ha arrojado indicios esperanzadores: la compañía tecnológica dejó atrás las pérdidas en su división de móviles en el cuarto trimestre gracias al tirón de su smartphone estrella, el Lumia, del que ha vendido más de 4,4 millones de unidades. La empresa, que en su día representó el auge de Finlandia como punta de lanza tecnológica en Europa, va en paralelo a la economía del país, cuyo esplendor languidece (y ahora trata de remontar) en el contexto de la crisis europea.

La competitividad de la economía de Finlandia -también la de Nokia- están en entredicho. En un país que lucha, como el resto de la eurozona, por superar cuanto antes una debilidad que no remite, el comisario europeo de asuntos monetarios, Olli Rehn, apuntaba directamente con el dedo hace unos días al país nórdico por su "preocupante" pérdida de cuota en los mercados internacionales. El Gobierno de Jyrki Katainen ha puesto en marcha un plan de ajuste presupuestario que supondrá el recorte de 2.300 millones de euros en 2013 y alcanzará los 5.900 millones en 2016, con el que prevé reducir el déficit público desde el 1,7% del PIB en 2012 al 1,2% en 2013 y tratar así de mejorar la competitividad del país.

¿Pasa la solución de la crisis finlandesa por la recuperación de Nokia? No, pero es un factor que pesa. La tecnológica ha empapado casi todas las facetas de la economía nacional hasta convertirse en un eslabón importante. Una de las justificaciones de la caída en las exportaciones de Finlandia en los seis primeros meses de 2012 -bajaron un 2%- se encuentra en la debilidad de la compañía tecnológica, según el Instituto de Investigación Económica de Finlandia. Estos economistas citan en un reciente informe "los problemas de Nokia y sus cambios estructurales" como uno de los factores de la reducción de las "exportaciones de equipos de comunicaciones" del país que a su vez ha hecho mella en la balanza comercial. El crecimiento del PIB previsto es de en torno a un 0,5% en 2012 y un 1% en 2013, lastrado precisamente por la debilidad del sector exterior.

Según el mismo instituto económico, Nokia contribuye en torno al 0,6% del PIB del país. Este porcentaje ha caído en picado en los últimos años, desde el 4% del año 2000, que se convirtió en el 1,6% en el año 2009. Una caída que ha ido en paralelo a la pérdida de cuota de Nokia y que se ha acelerado desde la irrupción a comienzos de 2007 del iPhone de Apple.

Los expertos señalan además que el dato de contribución de Nokia al PIB finlandés no tiene en cuenta a los proveedores o colaboradores de la firma tecnológica, bien es cierto que cada vez menos y con menor número de personas empleadas. La semana pasada, Nokia anunciaba el recorte de otros 1.120 empleados de su departamento de tecnologías de la información en Finlandia, dentro de un plan de eficiencia que ha supuesto reducir su plantilla en cerca de 20.000 puestos de trabajo en los últimos años. Ya en septiembre de 2011, la compañía anunciaba el cierre de la última planta de producción que le quedaba en suelo finlandés, otra medida de ajuste con la que el consejero delegado, Stephen Elop, ha buscado a toda costa reflotar la rentabilidad perdida del grupo.

Además de los esfuerzos en el ámbito de la eficiencia y el recorte de costes, ahora todas las miradas apuntan al smartphone estrella de la tecnológica: el Lumia con el sistema operativo Windows Phone 8 que, según ha adelantado, ha contribuido en el último trimestre a mejorar notablemente sus cuentas. De hecho, el resultado operativo de su división de dispositivos móviles alcanzó el punto de equilibrio al situarse en el 2% de las ventas, según dijo Nokia, cuando en septiembre preveía pérdidas equivalentes al 10% de las ventas. En total, el grupo vendió entre septiembre y diciembre 15,9 millones de teléfonos de alta gama, más de lo esperado por los analistas.

La próxima cita es el jueves 24 de enero, cuando Nokia presente sus resultados del último trimestre del pasado ejercicio. Puede que aporten un nuevo rayo de esperanza para un país que trata, como todos los demás, de dejar atrás un quinquenio económicos de convulsiones.

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