La mora de los promotores alcanza el récord del 30,3% en el tercer trimestre
La tasa de morosidad de los préstamos concedidos por las entidades financieras para actividades inmobiliarias alcanzó el 30,3% en el tercer trimestre, con 84.989 millones de euros, la cifra más elevada la historia, según datos del Banco de España.
De esta forma, mientras persiste la sequía del crédito para la compra de viviendas, la mora de los promotores se ha multiplicado por más de cuatro desde 2008, año en el que alcanzó los 19.416 millones de euros, iniciando una progresión ascendente que aún no ha finalizado.
Así, la tasa de morosidad de este sector en el tercer trimestre triplica la del mismo periodo de 2011 (18,9%) y refleja que estas empresas afrontan también un 2013 complicado.
En datos absolutos, el saldo de préstamos dudosos en el apartado de actividades inmobiliarias se situó en septiembre en 84.989 millones de euros, lo que supone un incremento de más del 47,6% respecto al mismo trimestre del año anterior.
Este repunte unido al descenso en la concesión de créditos totales para actividades inmobiliarias, del 7,6% interanual, hasta los 280.245 millones de euros, explica el repunte de la tasa de morosidad.
La morosidad hipotecaria repunta al 3,4%
Asimismo, la tasa de impago de los créditos para la adquisición de vivienda con garantía hipotecaria repuntó tres décimas en el tercer trimestre, hasta el 3,4%, ocho décimas por encima del nivel alcanzado en el mismo periodo del 2011, del 2,6%.
El saldo de créditos hipotecarios dudosos alcanzó a cierre del pasado trimestre 20.818 millones de euros, la cifra más alta de la serie histórica, mientras que el saldo total de préstamos para la compra de vivienda con garantía hipotecaria cerró en 597.181 millones, un 2,5% menos.
Esta cifras reflejan la caída de las compraventas y de los precios de las viviendas que, a su vez, está detrás de las dificultades por las que atraviesan los promotores.
Este ratio de morosidad hipotecaria se mantuvo por debajo del 1% hasta marzo de 2008. A partir de junio de ese año comenzó a registrar un mayor repunte, como consecuencia del recrudecimiento de la crisis, y a cierre de ese mismo ejercicio ya superaba el 2%.
El mayor incremento se produjo precisamente en el tercer y cuarto trimestre de 2008, cuando se elevó en 0,60 puntos y en 0,50 puntos porcentuales. Desde 2009 la morosidad hipotecaria continuó su ascenso, aunque más moderado, ya que se situó en el entorno de las tres décimas.