El Tesoro intentará colocar mañana hasta 4.500 millones en bonos y mantener la buena racha
El Tesoro Público volverá mañana a los mercados con una emisión de bonos y obligaciones con la que busca mantener la buena racha de las últimas subastas, según consta en el calendario de emisiones del organismo adscrito al Ministerio de Economía.
El Tesoro venderá bonos con cupón del 3,75% y vencimiento a 31 de octubre de 2015, bonos con cupón del 4,50% y vida hasta el 31 de enero de 2018 y obligaciones con cupón del 4,70% y vencimiento a 30 de julio de 2041. El organismo busca mantener los buenos resultados registrados desde que comenzó 2013. De hecho, las dos emisiones que ha celebrado, una de bonos y otra de letras, han sido todo un éxito y han permitido al Tesoro colocar más de 11.500 millones en lo que va de mes y a tipos más bajos.
En la subasta de mañana, el organismo espera captar entre 3.500 y 4.500 millones, aunque si ocurre como en las dos anteriores, el Tesoro superará de nuevo sus objetivos de emisión y rebajará los intereses. A pesar de la buena racha, la prima de riesgo se mantiene por encima de los 350 puntos básicos, aunque lejos de los máximos de julio antes de que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, anunciara el nuevo programa de compra de deuda.
En cualquier caso, el Tesoro ha empezado con buen pie un ejercicio en el que tendrá que realizar una emisión bruta de entre 215.000 millones y 230.000 millones, dependiendo de la adhesión de las comunidades al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) a lo largo del ejercicio. La emisión de deuda nueva se quedará cerca de los 71.000 millones de euros en 2013, incluyendo también los recursos destinados al FLA, lo que supone una reducción del 26% respecto al año pasado.
Cláusulas para cambiar las condiciones
Una de las grandes novedades en las emisiones de 2013 y con efecto ya en uno de los bonos emitidos este jueves es la inclusión de las Cláusulas de Acción Colectiva (CAC) en todas las emisiones con plazo de amortización mayor de un año.
Estas cláusulas suponen un cambio en las condiciones que regulan la relación entre el Estado y los inversores. En la práctica, permiten cambiar las condiciones de la deuda sin el apoyo unánime de todos los tenedores de deuda, de forma facilitan la aplicación de quitas o de reestructuraciones en la misma.