La lógica de las matemáticas
Nada hay más exacto que la ciencia matemática, pero sí suele pasar que todo buen trabajo tiene su recompensa. Como la presidencia de IBM España
La última década de IBM ha estado marcada por la reinvención. El gigante informático ha dejado en este tiempo la venta de equipos domésticos, durante décadas iconos del sector, para centrarse en la consultoría y el software. Un aire de renovación que en España continúa, al nombrar en los últimos días a Marta Martínez Alonso (Madrid, 1966) como presidenta de la compañía para España, Portugal, Grecia e Israel, una tarea que, por la situación de algunos de los países incluidos entre en sus nuevas responsabilidades, puede parecer comprometida. Quizá por ello IBM ha elegido a alguien que no para de subir peldaños, y que se añade a una lista, la de mujeres al frente de grandes empresas, que se amplía cada vez un poco más.
El nombramiento se da después de una trayectoria de diez años dentro de la multinacional, a la que llegó tras pasar por otro de los referentes del sector, HP. En IBM ha ocupado cargos de responsabilidad desde el inicio: primero como ejecutiva del sector de comunicaciones para España y Portugal, y desde 2006 como vicepresidenta de ventas también para España, Portugal, Grecia e Israel, un cargo que también desempeñó durante 2008 en la central de IBM en Armonk, Nueva York. Una experiencia que, además de marcar de forma personal, ya que implicó el traslado de su marido y tres hijos, «le ayudó a tener una mente muy pragmática», según afirma Carmen Fernández Rosado, ex consejera de la Comisión Nacional de la Energía y quien compartió estudios en el programa PADE de alta dirección del IESE con ella. «Tiene una agilidad y unas dotes de análisis espectaculares, lo que le hace tomar decisiones con mucha rapidez». Su formación, Licenciada en Ciencias Matemáticas por la Universidad Complutense de Madrid, puede tener buena culpa de ello. Al menos así lo considera Juan Andrés Pro, director de sistemas de información de El Corte Inglés, quien no solo comparte desayunos improvisados a primera hora de la mañana con Marta Martínez, también formación: «la matemática permite estructurar la información de una manera muy clara», destaca, lo que habilita para resolver los problemas que se presenten con rapidez y, normalmente, con éxito.
Pro, para quien los nombramientos de Martínez y el de Juan Antonio Zufiria como director general de servicios de IBM «son una buena noticia para El Corte Inglés», resalta de ella su implicación y rigor en toda labor que lleva a cabo, siempre encaminada a alcanzar la excelencia, además de su creatividad y su capacidad para sacar lo mejor de sí en los momentos de mayor dificultad.
Esa implicación y la gradual asunción de mayores responsabilidades no mina, en cambio, un carácter positivo y entusiasta, que también muestra en su puesto de trabajo. «Es muy cercana con la gente que trabaja con ella», sostiene Carmen Fernández. «Cuenta con todas las opiniones, aunque pueda no compartir algunas, antes de tomar una decisión, algo que les da confianza y motivación». Además la califica de «gran negociadora», y coincide con Juan Andrés Pro en señalarla como una gran defensora del cliente.
También lo hacen en otro punto: la carrera de Marta Martínez no acaba aquí. Con una trayectoria contrastada dentro de una empresa que apuesta por la promoción de sus mejores profesionales, el siguiente paso natural sería llegar a un puesto de responsabilidad en IBM Europa, que tiene su sede en Madrid, sin descartar un retorno a la sede central de la compañía en EE UU. Pero para ello aún deberá desarrollar con éxito la gestión de IBM España, Portugal, Grecia e Israel, convencida de que la tecnología es la respuesta a muchos de los problemas de empresas y particulares.
Intenta que el trabajo no le robe más tiempo del necesario para poder dedicarlo a su familia, en especial a sus tres hijos, aunque también le gusta dedicarlo al deporte. No se pierde una reunión de amigos, y tiene en la lectura y en viajar dos de sus grandes pasiones. Ahora ese tiempo libre se hará más escaso con su nueva responsabilidad, que afronta, más allá de las referencias habituales de sus cercanos a la situación de Grecia, Portugal y España, de la misma forma en que desarrolla su actividad diaria: con un gran entusiasmo y con una mirada positiva, una actitud básica para que las tareas más difíciles se salden con éxito.