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Echa en falta directivos de mayor rango al analizar riesgos

Linde pide a la banca "interlocutores de más nivel" cuando la supervisa

Entre las deficiencias detectadas por el Banco de España en su informe sobre la supervisión del sector financiero, se critica que "no se ha establecido el nivel de interlocución adecuado" en las reuniones de evaluación de riesgo con las entidades en las que "se echa de menos a directivos de mayor nivel".

El Banco de España comenzó a implantar en 2007 el conocido como Pilar 2, una serie de controles sobre el perfil de riesgo de las entidades y su adecuada gobernación, recogido por la legislación Basilea II. El informe que analiza las carencias y reformas del sistema de supervisión de la banca española, publicado esta semana por el Banco de España, señala dos razones principales por las que su "incorporación no ha sido sencilla".

De un lado, la propia crisis, dado que Pilar 2 es un instrumento "más de prevención" que de solución de problemas, argumenta el escrito. De otro, se apunta a la propia banca, ya que "era necesario que las entidades entendiesen y asumiesen la naturaleza de esta nueva herramienta supervisora".

Un axioma que no habría terminado de cumplirse en vista de la críticas que incluye el análisis del supervisor, donde especifica que "no se ha establecido el nivel de interlocución adecuado" con las firmas inspeccionadas "a la vista de los problemas existentes". "Se echa de menos la participación de directivos de mayor nivel por parte de algunas entidades", prosigue el documento.

Esta falta de implicación hace referencia a las reuniones anuales que Basilea II impone que se lleven a cabo entre inspectores y entidades. En ellas, cada firma debe presentar un informe de autoevaluación de capital (IAC) donde justifiquen su perfil de riesgo y sus planes para controlar este, su gobierno interno, su estructura organizativa y de gestión, así como un ratio objetivo de recursos propios y una planificación de capital a tres años.La Dirección General de Supervisión, por su parte, debe evaluar dicho informe y señalar las deficiencias detectadas y las mejoras necesarias.

Estas citas comenzaron a implantarse en el año 2009, pero distan de haberse generalizado. En aquel primer ejercicio solo hubo reuniones con 10 entidades. La cifra se elevó a 28 firmas el año siguiente y alcanzó las 36 entidades en el año 2011. El propio Fondo Monetario Internacional ha recomendado que se avance en el desarrollo de este procedimiento de control.

Los fallos del supervisor

Pero no todas los fallos detectados en la evaluación de la supervisión financiera son achacables a la banca. La institución que gobierna Luis María Linde señala como deficiencias propias el hecho de que no se hayan trasladado por escrito a la banca las conclusiones de los supervisores sobre sus informes IAC "a pesar de existir importantes discrepancias entre la visión de la entidad y la del equipo de inspección".

También se señala que algunas valoraciones del perfil de riesgo de las entidades no habían sido "suficientemente estructuradas" por parte de los inspectores.

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