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El PIB francés se contrajo una décima en el cuarto trimestre

La debilidad de Francia amenaza con ahondar la recesión en la UE

El Banco Central de Francia estimó ayer que el PIB de la segunda economía de la zona euro se contrajo un 0,1% en el cuarto trimestre de 2012 y que podría entrar en recesión en marzo de 2013. De este modo, todos los grandes países que comparten la moneda única, salvo Alemania, cerraron el pasado ejercicio con caídas del PIB.

La crisis de la deuda soberana, los rescates de la Troika y los sacrificios que impone la consolidación fiscal están haciendo que los grandes países de la zona euro vayan cayendo poco a poco como fichas de dominó a medida que la caída de la actividad se acelera. Y todo apunta a que a final de 2012 no quedó ninguna en pie (o quizá tan solo Alemania). Entre las economías rescatadas por la Troika, la primera que entró en recesión técnica (dos trimestres consecutivos con caídas del PIB) fue Grecia a finales de 2010, mientras que Portugal lo hizo en el primer trimestre de 2011. Irlanda, la tercera economía rescatada, no ha vivido esa situación puesto que el rescate se produjo como producto de la nacionalización del sistema bancario y no como consecuencia de un desequilibrio global de su economía.

En otro grupo se situaron las cinco grandes economías de la zona euro (Alemania, Francia, Italia, España y Holanda), que lograron capear el temporal hasta que el desplome de la actividad, la crisis de la deuda y el castigo de los mercados provocaron un desplome en cadena. La primera en caer fue Holanda, que entró en recesión técnica en el tercer trimestre de 2011 y que podría volver a esta situación a finales de 2012 si las estimaciones del Ejecutivo para el cuarto trimestre se confirman. A renglón seguido cayeron Italia, en el cuarto trimestre de 2011, y España, en el primero de 2012, fuertemente castigadas por los mercados y asfixiadas por la reducción de sus abultados déficit.

De la quema se habían salvado las dos mayores economía de la zona euro (Alemania y Francia). Eso era hasta ayer. El Banco de Francia avanzó ayer que el PIB se habría contraído una décima entre octubre y diciembre de 2012 y que esa tendencia podría extenderse al primero de 2013, con lo que si nadie lo evita podría entrar en recesión. La única que se había librado hasta el momento de la debilidad generalizada era Alemania, que tras registrar un retroceso de una décima en el último trimestre de 2011, había encadenado otros tres trimestres con crecimiento y que prevé cerrar 2012 con un avance del 0,8%, una cifra muy superior al del resto de vecinos europeos.

2013, el año de la consolidación

Frente a este paisaje desolador, un informe de la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's (S&P) puso la nota optimista al sugerir que este año podría marcar "el inicio de un período sostenible en la región, superando la fragmentación y la volatilidad del mercado que ha afectado a la eurozona en los últimos año". Incluso va más allá y sostiene que 2013 también podría ser el año en el que las naciones que han solicitado un rescate a la troika como Irlanda y Portugal puedan volver a emitir deuda de forma sustancial en los mercados de capital.

Sin embargo, el analista de Standard & Poor's, Moritz Kraemer, remarcó que la confianza de los inversores sólo volverá si los estados miembros siguen haciendo progresos a la hora de reequilibrar sus economías, tanto mediante la estabilización estructural de su deuda pública como a través de una mayor reducción de sus déficit externos. "Lograr esto conllevará una respuesta disciplinada y transparente de los políticos tanto a nivel nacional como europeo. Salvaguardar el contrato social podría ser también necesario para ayudar a la cohesión de aquellos estados miembros que están sufriendo un elevado desempleo, un excesivo endeudamiento privado y un estancamiento o una reducción de los niveles de vida", añadió

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