El Estado confía en financiarse en 2013 sin necesidad de un rescate
El Estado confía en cumplir sus objetivos de financiación de este año sin tener que recurrir a la petición de un rescate, según ha sugerido el director general del Tesoro, Íñigo Fernández de Mesa, quien ha señalado que la institución afronta 2013 en un entorno de mercado "igual o mejor" que el de 2012, con un colchón de liquidez superior al del cierre de 2011 y con un cambio en la percepción sobre España de los inversores. Las necesidades de financiación del Tesoro para este año oscilarán entre los 215.000 y los 230.000 millones como máximo, en función de los apuros de liquidez de las comunidades autónomas.
El Tesoro está en una posición "muy confortable" para afrontar las necesidades de financiación de este año que, de alcanzar el máximo que ahora prevé la institución, de 230.000 millones de euros serían inferiores a las de 2012 en un 8%. "Tenemos que refinanciar cada año el 15% de la deuda española, un nivel perfectamente asumible", ha señalado el director general, Íñigo Fernández de Mesa, en rueda de prensa. A pesar de las adversidades de mercado a las que se enfrentó el pasado año, el Tesoro ha logrado reducir en 2012 el coste medio de emisión al 3,42%, frente al 3,9% con que concluyó el 2011. Y la vida media de la deuda en circulación ha pasado en el año de 6,55 años a 6,06 años. Y el objetivo para 2013 es continuar reduciendo el coste de emisión, según explicó Fernández de Mesa, una previsión en la que no estaría contemplada la petición del rescate.
El director general del Tesoro se ha plegado al discurso defendido por el Gobierno de recordar que el mecanismo de rescate es un instrumento que está disponible y que se solicitará en función de lo que "más favorezca al país", sin que la decisión esté tomada. Pero ha dado argumentos para defender la viabilidad de la financiación del Estado este año. En primer lugar, citó agosto de 2012 como punto de inflexión para la deuda soberana española, cuando el presidente del BCE anunció el mecanismo de compra de deuda en el mercado para países en apuros a cambio de la petición de rescate. Desde entonces, ha habido compras netas de deuda pública española por parte de inversores extranjeros por 22.000 millones de euros, que para Fernández de Mesa son muestra de confianza hacia la economía española.
Las compras han estado también alentadas por la expectativa de los inversores de que una petición de rescate active las adquisiciones en el mercado por parte del BCE. Y a la vista de que la prima de riesgo se ha reducido notablemente en los últimos meses, ¿qué sucedería entonces si España defrauda esa expectativa y no solicita ayudas? "Estoy convencido de que ha habido un cambio de percepción sobre la economía española", ha defendido Fernández de Mesa, que ha recordado la "rápida corrección del déficit exterior", que hace que para 2013 ya se prevea superávit en la balanza por cuenta corriente, "el ajuste en las cuentas públicas, que se valora muy positivamente" y los avances en la reestructuración financiera, con la capitalización del sector y la creación del banco malo. "El paquete reformista está calando", ha asegurado. El director general del Tesoro niega además que la banca española haya asumido un riesgo excesivo en las compras de deuda pública, que han sido sostén para el éxito de las subastas.
El Tesoro cuenta además con un colchón de liquidez para afrontar 2013 superior al del finales de 2011. El dato de noviembre arroja un saldo de 40.000 millones de euros y el saldo medio diario medio con que se ha cerrado el año es de 35.000 millones de euros, superior en 5.000 millones al de cierre de 2011.
Desafíos para 2013
Aun así, los obstáculos son notables. La necesidad total de financiación será de hasta 230.000 millones de euros, en el caso de que todas las comunidades autónomas pidan liquidez al FLA, por 23.000 millones. La cifra incluye además una previsión de déficit de caja del Estado de 38.063 millones -contando con cumplir con el 3,8% del PIB comprometido con Bruselas- y la aportación española al MEDE, por 3.809 millones.
Para cubrir amortizaciones y déficit, las emisiones de deuda a medio y largo plazo serán de 121.000 millones, que podrían reducirse en 15.000 millones si la necesidad de liquidez de las autonomías no alcanza el máximo previsto. Además, existe la opción de recurrir al endeudamiento de Loterías por 6.000 millones de euros, que se desestimó en 2012. La emisión de letras alcanzará 110.000 millones. A diferencia de años anteriores, el volumen de deuda nueva en letras se elevará en 12.000 millones
Estreno del bono a 2 años con nuevas claúsulas
La primera subasta del Tesoro de este año -que se celebra el jueves- arrancará con dos grandes novedades, la emisión de la primera referencia de bonos a dos años, que además incluirán por primera vez las denominadas cláusulas de acción colectiva, por la que los tenedores de los títulos pueden adoptar cambios en las condiciones sin necesidad de que exista unanimidad. La novedad de las CAC, que se introducen en toda la zona euro en cumplimiento de los acuerdos pactados en el Consejo Europeo, abre la posibilidad a que con un 66% de votos a favor se pueda por ejemplo aceptar una quita en el título de deuda, una circunstancia que en principio podría inyectar inestabilidad a los valores pero a la que tanto el Tesoro como los propios inversores quitan hierro. Fernández de Mesa afirma que las cláusulas de acción colectiva "no van a sorprender a los mercados", a pesar de que reconociera que su introducción -solo para la deuda que se emita a partir de este año y a un plazo superior a doce meses- será uno de los factores que determinarán que se cumpla la previsión de necesidades de financiación anunciada.Su entrada en vigor tampoco empañó la emisión que realizó el martes Irlanda, de bonos a cinco años. Colocó 2.500 millones de euros a un interés del 3,3% y el 87% de la emisión fue adquirida por inversores extranjeros, prueba del cambio de actitud del mercado hacia un país rescatado como Irlanda y del creciente interés hacia los títulos de deuda que han estado en el ojo del huracán, como es el caso de España.Otra de las novedades anunciadas por el Tesoro será la supresión de las emisiones de letras a 18 meses y la creación de una nueva referencia a 9 meses.