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El nuevo tributo sobre loterías aportará 824 millones al Estado

El Niño pagará el 20% en impuestos

El nuevo impuesto sobre loterías se estrenará este domingo en el Sorteo de El Niño y los agraciados sufrirán una retención sobre la cuantía de los premios.

El nuevo impuesto sobre loterías se estrenará este domingo en el sorteo de El Niño. Hasta ahora, los juegos organizados por Loterías y Apuestas del Estado (LAE), ONCE_o Cruz Roja estaban exentos de tributar en el IRPF, una situación que cambió a partir del pasado primero de enero. En cualquier caso, los sorteos que organiza el Estado -LAE es una empresa pública- siempre son un buen negocio para las arcas públicas. Ahora, lo serán todavía más.

La emisión de series para el sorteo de El Niño alcanza los 1.200 millones. El 70%, 840 millones de euros, se destina a premios. Los afortunados pagarán a Hacienda el 20% sobre el importe del premio, aunque los primeros 2.500 euros estarán exentos. Esto significa que si un apostante gana 3.000 euros, pagará a Hacienda el 20% de 500 euros, es decir, abonará 100 euros al fisco. Para asegurar el cobro y evitar fraudes y trámites administrativos, los premiados sufrirán una retención en origen. Es decir, el beneficio logrado en el sorteo no deberá declararse en el impuesto sobre la renta.

El primer premio del sorteo del Niño supone ganar 200.000 euros por décimo, sin embargo, una vez aplicada la retención, el contribuyente se llevará 160.500 euros y Hacienda se quedará con 39.500 euros. La exención de 2.500 euros se aplica por apuesta. Esto significa que si alguien lleva cinco décimos premiados con 1.000 euros cada uno no sufrirá ninguna retención.

¿Y qué sucede si el ganador es una empresa? En este caso, hay que tener en cuenta que el impuesto sobre sociedades nunca ha contemplado la exención de los premios que organiza Loterías y Apuestas del Estado, ONCE o Cruz Roja. Ello implicaba la cuantía del premio debía declararse en su totalidad al impuesto sobre sociedades como un beneficio extraordinario y tributar al 30%. Ahora, como explica la Agencia Tributaria en una nota colgada en su página web (www.aeat.es), las empresas agraciadas también sufrirán una retención del 20% y deberán pagar un 10% adicional cuando liquiden el impuesto sobre sociedades.

Precisamente por este motivo, resulta infrecuente que sea una empresa quien figure como ganadora de un premio de loterías. La inmensa mayoría de las veces, los premiados acuden a cobrar el premio en calidad de particulares, con independencia de que el décimo agraciado hubiera sido adquirido por una sociedad.

El Ministerio de Hacienda prevé que el nuevo tributo sobre loterías permitirá recaudar unos 824 millones de euros este año y la mitad de este importe, 412 millones irá para las comunidades autónomas, que tienen cedido el 50% de los ingresos derivados del impuesto sobre la renta. Los ayuntamientos recibirán 8,2 millones y el resto se ingresará en la Administración central.

Se mire por donde se mire, los juegos de azar son una importante fuente de ingresos. En 2011, Loterías y Apuestas del Estado aportó 3.112 millones de euros. Se trata de la empresa pública más saneada. En marzo de 2016, LAE dejó de ser una entidad empresarial y se convirtió en una sociedad estatal como paso previo a su privatización, una operación que el Gobierno de Mariano Rajoy canceló. En cualquier caso, el cambio jurídico supuso que LAE, por primera vez, pagó el impuesto sobre sociedades en 2011. Abonó 720 millones, según consta en la memoria anual de la entidad.

La idea de privatizar Loterías no se ha descartado y el Gobierno espera a que mejoren las condiciones del mercado para reiniciar el proceso. La venta figuraría como un ingreso financiero, capítulo que no se tiene en cuenta a la hora de determinar el déficit público. Aun así, la privatización sí que permitiría reducir el nivel de deuda del Estado.

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