"El ERE de Bankia y su plan de cierres la hace inviable"
Inició su carrera en Comisiones Obreras como responsable del sector de cajas hace 25 años. Es trabajador de la desaparecida Caja Madrid, hoy parte de Bankia.
José María Martínez dirige la federación bancaria de CC OO, Comfia, desde hace cinco años, los más convulsos de la historia del sector financiero. Hoy CC OO vuelve a reelegirle por otros cuatro años. Ambos mandatos están marcados por la reestructuración de la banca que, de momento, ha provocado la salida de 35.000 empleados del sector. Por primera vez, una gran parte de la plantilla de las entidades financieras han comenzado a movilizarse.
Su reelección se produce en el peor momento para el sector y con un ERE, el de Bankia, que es uno de los mayores que se han producido en España, si no es el mayor...
Desde 2008 llevamos reclamado una reestructuración ordenada del sector, pero se ha perdido mucho tiempo y se ha tenido que pedir un rescate a Europa, con una línea de crédito que suma 100.000 millones de euros, que coincide con la línea de crédito que tenía abierta el FROB de 99.000 millones de euros desde 2009. Y desde entonces no se ha hecho lo que tenía que haberse hecho y los problemas se han agravado. La pérdida de tiempo unida a la crisis provoca un deterioro mayor de los balances de las entidades, lo que explica una gran parte de los actuales agujeros de las cajas, incluido el de Bankia.
¿Qué ocurrió para que se perdiera tanto tiempo?
Pues que la reestructuración se encargó a los mismos gestores que habían terminado de hundir las empresas.
¿Por qué considera que todo el rescate pilota sobre Bankia?
Porque se gestó una salida de sus gestores anteriores, principalmente sobre Rodrigo Rato, por el Banco de España y sobre todo por Economía. Y se aprobó un plan para Bankia con unas necesidades de ayudas de 7.000 millones, que era lo que había solicitado Rato. Se nombra a José Ignacio Goirigolzarri presidente y anuncia que Bankia necesita un rescate de 19.000 millones. A partir de ahí nadie se cree nada y es cuando España tiene que pedir el rescate del sector y nos puede también costar el rescate del país.
¿Si eran tan pésimos los gestores de una gran parte de las cajas, por qué se les ha dejado vivir tanto?
Porque los gestores han tenido poco control. Si nos fijamos, quienes están siendo juzgados son los administradores, que son los que legalmente tienen la responsabilidad. Pero los que gestionaban verdaderamente eran los directivos, y ninguno está siendo juzgado a no ser solo por su retribución. La responsabilidad es desde 2008 del Banco de España, que puso más atención en la gobernanza que en su gestión porque no creía en el modelo de las cajas y no actuó a tiempo. Y el problema, además, es que el capital que se podía haber obtenido con la privatización de las cajas se ha perdido. Y al final va a costar mucho al contribuyente. No hay garantía de devolución del dinero que se ha inyectado en Banco de Valencia, Bankia, Catalunya Banc y Novagalicia.
Pero los políticos y los sindicatos han tenido también mucho que ver en la crisis de las cajas...
Nosotros también tenemos responsabilidad porque estábamos en los consejos, pero nuestra representación era mínima. A los gestores políticos el problema que han tenido es que les venía muy bien el negocio que provocó la burbuja inmobiliaria. Un ejemplo de una pésima gestión de los políticos en una caja fue que en pleno desencadenante de la crisis financiera se desarrolló uno de los conflictos políticos más graves vividos en el sector, la lucha de poder entre el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid por el control de Caja Madrid. Es durante ese el periodo cuando Gerardo Díaz Ferrán consigue su crédito.
¿Qué le parece el ERE planteado por Bankia?
Nos lo vamos a tomar como una provocación. El FROB nos ha propuesto que el salario del sector tiene que acomodarse a la media de la gente de la calle y acercarse a la reforma laboral. Lo dice el Banco de España, no Bruselas. La propuesta de indemnización de Bankia para despedir a 5.000 empleados y cerrar 1.100 oficinas la hacen inviable. No se puede destruir empleo y cerrar sucursales rentables. La rebaja de sueldo también hace inviable a la empresa. No le puedes decir a un trabajador que se motive con un recorte salarial del 40%.