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Romana descarta un escenario de pérdidas que obligue a ampliar capital

La banca nacionalizada financiaciará a los compradores del 'banco malo'

La banca nacionalizada traspasará sus activos a Sareb el día 31 de diciembre pero seguirá gestionándolos durante un año más y se compromete a prestar la financiación necesaria al banco malo. Su presidenta, Belén Romana, aseveró ayer que no espera tirar los precios y descartó un escenario de pérdidas que le obligue a ampliar capital.

Sareb no es un banco, ni es malo", con esta sentencia quiso abrir ayer Belén Romana su presentación en sociedad como presidenta del banco malo. Un "estigma", el de este sobrenombre, dijo, que no se corresponde con lo que es: "una sociedad privada" con una "estructura de capital sólida", compuesta por 19 empresas privadas (con un 67%) y el FROB (con 43%), dispuesta a "maximizar" la inversión de sus socios, tanto públicos como privados, remachó.

El traspaso de los 44.000 millones de euros en carga tóxica de Bankia, Catalunya Banc, Novagalicia y Banco de Valencia se realizará íntegramente el 31 de diciembre. Aunque hasta entonces no serán efectivos, será esta misma semana cuando se firmen tanto el contrato de compraventa de dichos activos como el acuerdo de servicios por el que se encarga a las entidades nacionalizadas que sigan gestionando los inmuebles y créditos que traspasen durante un año más.

Una subcontratación que "por supuesto tiene una contraprestación" económica, aseveró Romana, que rehusó detallar la comisión que cobrarán las entidades. Sí reveló, eso sí, que en paralelo al contrato de gestión se sellarán convenios de financiación con estas cuatro firmas para que sean ellas quienes aporten el crédito necesario que el banco malo necesite.

De hecho, asumió la presidenta de Sareb, la sociedad sólo podrá "alargar" los plazos de devolución de los préstamos inmobiliarios que absorba, pero tendrá que recurrir a terceros para inyectarles más fondos. Romana adelantó que, con todo, Sareb ejercerá de mediador entre los potenciales compradores de sus activos y el conjunto de la banca, "ayudándoles a conseguir financiación".

A partir de ahí, la responsable de Sareb expuso que su objetivo es "utilizar todas las vías de desinversión disponibles" aunque centrándose en el mercado mayorista y dejando la rama como "residual". "Utilizaremos a todos los actores del mercado para que nos ayuden", avanzó.

Sobre la política de precios que seguirá la sociedad, Romana dejó caer que no tirará los precios y que las ventas se irán efectuando cuando convenga y al valor que marque el mercado.

La presidenta se mostró confiada en lograr el objetivo de rentabilidad del 15% que prometió el FROB al final de los 15 años de vida útil del banco malo, argumentando que manejará "buenos activos". De hecho, descartó que Sareb aporte viviendas al fondo social para desahuciados sosteniendo que al ser inmuebles de más de 100.000 euros no entran en la categoría de "social". También descartó un escenario de pérdidas obligue a ampliar capital.

El rechazo de BBVA

Romana mostró su "respeto" ante la decisión de BBVA de no participar en el capital de Sareb, a diferencia el resto de la banca sana, defendiendo "la libertad" que ha tenido cada entidad para elegir basándose en sus propios criterios de rentabilidad. Una afirmación que contrasta con el hecho de que cada entidad ha aportado fondos en proporción al tamaño de su balance. "Toda entidad, empresa o fondo que tenga intención de participar en un futuro, será bienvenido", repuso Romana.

El dividendo estará supeditado a la deuda y el cupón

Una de las reivindicaciones más peleadas por la gran banca sana como condición a participar en el capital de Sareb ha sido que la sociedad repartiera dividendos año a año, y no al final de sus 15 ejercicios de vida. Aunque se manejó la idea de que el banco malo empezara a hacerlo a partir de su quinto año, finalmente se ha apostado por una solución intermedia. "El pago de dividendo de la Sareb va a estar condicionado a la amortización de la deuda senior y al pago de la retribución de la deuda subordinada", aclaraban ayer fuentes de la sociedad. El dividendo, por tanto, no se pagará a menos que sobren beneficios una vez devueltas partes de las emisiones avaladas por el Estado con que se pagará a la banca nacionalizada por sus activos, y se haya repartido el cupón del 8% asociado a la deuda subordinada que adquirirán los accionistas. Estos tendrán un 75% de su participación en subordinada y solo el 25% en capital puro.Romana, de otra parte, negó que haya ningún tipo de conflicto de interés entre los accionistas privados de Sareb -mayoritariamente la banca sana, que venderá sus propios inmuebles en competencia con una sociedad que controlan- o que se produzcan incompatibilidades por el hecho de que directivos de entidades financieras se sienten en el consejo de administración de Sareb.

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