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La aerolínea no alcanza un acuerdo para incluir a los pilotos

Iberia empieza hoy a negociar el ajuste con los sindicatos de tierra y vuelo

Iberia abre hoy las negociaciones de su ajuste y plan de viabilidad 2013-2017 con los sindicatos del personal de tierra y tripulación de cabina de pasajeros (TCP). El Sepla decidió ayer no sumarse a las conversaciones al percibir en la dirección de la empresa "nula intención de negociar un plan de futuro".

Empezaron a las 17,00 horas con un intercambio de propuestas y acabaron poco tiempo después con serios reproches. De momento es imposible una mínima reconciliación entre Iberia y sus 1.400 pilotos, agrupados en el sindicato Sepla, que dé pie a tratar el ajuste y el plan de desarrollo de la aerolínea para los próximos cinco años.

Los seis sindicatos que engloban al personal de tierra y TCP, el 93% de los 21.000 trabajadores de Iberia, estaban a la espera de un posible arreglo entre la compañía y los pilotos antes de arrancar las comisiones de negociación. Se habían dado 48 horas, pero visto el fracaso de las últimas conversaciones, UGT, CC OO, Asetma, Sitcpla, CTA Vuelo y USO comienzan hoy mismo a tratar sobre el futuro de los colectivos de tierra y TCP.

La casilla de salida es el acuerdo de mínimos alcanzado el lunes en la mediación del Sima. Iberia añade dos años a la ejecución del plan de reestructuración, pasando de 2015 a 2017, para hacer más suave el tránsito, y tratará de encauzar dos terceras partes de los 4.500 despidos previstos por la vía de las prejubilaciones.

Además, mantendrá las actividades de handling y mantenimiento por un mínimo de cinco años; se comprometerá a un plan de renovación de flota, y ambas partes buscarán las vías para hacer rentable el corto y medio radio para que se pueda recuperar la producción que hoy realizan otras aerolíneas con código Iberia. Los sindicatos quieren que haya un compromiso de nivel de actividad medido año a año, a lo que de momento ha accedido la empresa.

Lo que se pondrá ahora sobre la mesa son las condiciones en que llegarán las prejubilaciones, en un principio a partir de los 58 años, o cuáles son los ratios de rentabilidad que se exige a las actividades de tierra para que Iberia renueve una veintena de licencias de handling que vencen próximamente en aeropuertos españoles.

Las medidas de rebaja salarial e incremento de productividad están en el aire. Hoy se trata de sentar, principalmente, un calendario de reuniones.

Escasas garantías

Para el Sepla la propuesta no es suficiente. La sección sindical que encabeza Justo Peral argumenta que ha demandado a la compañía el "cumplimiento de los acuerdos de fusión en los que se preveía la recuperación de la producción cedida a British Airways y filiales, así como un plan de crecimiento para la compañía española". Para el colectivo, el reciente abandono de rutas a Cuba o República Dominicana ratifica "la intención de no plantear un plan de futuro para Iberia". Otra cuestión que ha enrarecido aún más el clima son las recientes denuncias del holding IAG y de British Airways, contra los pilotos de Iberia, por los perjuicios causados en las huelgas que tuvieron lugar entre diciembre de 2011 y marzo de este año.

Ambas partes esperan ahora a que el árbitro Jaime Montalvo, impuesto por Fomento, vuelva a dictar el laudo, repetido por expreso mandato de la Audiencia Nacional, y que marca las relaciones laborales de la aerolínea con su tripulación. Un acontecimiento que se espera entre el viernes y el lunes.

Iberia puso sobre la mesa el 9 de noviembre el despido de 537 pilotos de un colectivo de 1.400. Una cifra rechazada de plano por el Sepla. En una oferta para contrarrestar el recorte de empleo, el sindicato dice estar dispuesto a una rebaja del 10% en el salario de los pilotos e incrementar la productividad entre un 10% y un 15%. Los nuevos pilotos contratados cobrarían un 51% menos que los actuales. Con todo ello, calculan que el coste de tripulación bajaría un 59% y se colocaría en términos más competitivos que los que presentan Vueling e Iberia Express. Pero estas medidas estaban supeditadas a que Iberia presentara un plan de crecimiento.

Para demostrar su compromiso con el desarrollo, la compañía que dirige Rafael Sánchez Lozano argumenta que recibirá ocho A330, en distintas entregas a partir de enero, e invertirá en la renovación de otros tantos aviones.

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