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Fondos temáticos para invertir al gusto del cliente

Aún minoritarios, los basados en sectores, tendencias o zonas geográficas empiezan a conquistar a los inversores

A muchos les parece que la oferta de fondos de las grandes entidades es algo así como "sota, caballo y rey". En renta variable, las propuestas de los canales de venta masiva tienden a limitarse al Ibex, la Bolsa europea o los emergentes, a lo sumo el Nasdaq, Asia o Latinoamérica. Una situación que a muchos inversores les produce frustración, ya que los índices sobre los que están basados incluyen sectores (y empresas) maduros o en estado de crisis, y otros que van muy bien, como una moto. ¿Se puede tomar un atajo? Sí. Para eso están los fondos sectoriales (representativos de un sector) o los temáticos, más modernos, que tratan de expresar una tendencia.

Mientras que en los sectoriales se reúnen valores de una industria o sector (automóvil, banca...), lo que ya permite hacer una apuesta menos generalista, en los temáticos se trata de agrupar empresas de diversos sectores, que comparten un mismo ámbito. "Se busca", explica Gonzalo Rengifo, director general de Pictet, "aumentar el rango de bloques de la cartera, ampliar el horizonte de inversión y considerar megatendencias -desarrollos sociales y económicos globales entre cinco y diez años, algo al margen de los ciclos". Por ejemplo, los de salud integran farmacéuticas, biotecnológicas, aseguradoras especializadas, cadenas de clínicas y hasta empresas de distribución. Y los de agricultura, como el BlackRock World Agriculture Fund, incluyen productoras agrícolas, empresas de fertilizantes y maquinaria, traders o industrias alimentarias.

Aun cuando en España, algunas gestoras de bancos y cajas han sacado algún fondo de este tipo, los más célebres son los de las grandes casas internacionales, como BlackRock, Carmignac, Amundi, Pictet, Fidelity, Franklin Templeton. En países como Estados Unidos, Reino Unido o Australia, estos fondos, distribuidos a través del canal bancario, hace años que son familiares para los inversores. "Llevamos más que de quince años comercializándolos", apunta Luis Martín, director de ventas de BlackRock Iberia. En España, con un mercado de inversión conservador, este tipo de fondos, reconoce, el ejecutivo "se comercializan hace poco". Pero, teniendo en cuenta que los bancos también los distribuyen, la tendencia es que se vayan haciendo con el público. "Están teniendo cada vez mayor aceptación", admite Sebastián Larrasa, director de gestión alternativa de Ahorro.com, "lo que se debe en parte al mal comportamiento del Ibex".

Turquía ofrece rentabilidades superiores al 30% anual

Tan clara parece la tendencia que las gestoras de los bancos españoles los empiezan a lanzar. En March Gestión de Fondos han lanzado tres temáticos en los últimos años: March Vini Catena (mundo del vino), The Family Businesses Fund (empresas familiares cotizadas) y Torrenova, con resultados interesantes. "Entre los tres", apunta José Luis Jiménez, director general de la gestora, "son el 25% del total del patrimonio gestionado". El del vino lleva un 28,2% de rentabilidad acumulada en tres años.

Sectoriales y temáticos se confunden, pero no son lo mismo. Por ejemplo, en materia de salud un fondo temático como el BlackRock World Healthscience Fund abarcará toda la cadena. Luego están los sectoriales sobre farmacéuticas, biotecnológicas como el Pictet Biotech HR o empresas de hospitales y asistencia sanitaria como el FF Global Health Care Fund, de Fidelityast. Lo esencial es que los temáticos tratan de traducir en valores una tendencia ganadora. Por ejemplo, la demografía. El envejecimiento en el caso de Europa. O la explosión demográfica y de clases medias en los emergentes. Esta situación produce ahí enormes necesidades, en materia de salud sí, pero también en infraestructuras o agua. Muchos de los fondos temáticos están centrados en el asunto de la escasez futura, que deberá tirar de ciertas materias primas y elevar sus precios. Es el caso de los fondos del agua, como el Pictet Water R. Rengifo explica la decisión de su empresa de crear otro fondo, el Pictet-Timber, de empresas del mundo de la madera, "en la reducción de tierras forestales, hecho que coincide con un consumo creciente y los límites biológicos a su producción".

La explosión de los emergentes, con clases medias cada vez más afluyentes, ha disparado la creación de fondos de grandes marcas de consumo como el Morgan Stanley Global Brands (consumo masivo) o el Robeco Global Brands (segmento medio). Lo mismo que los de lujo, con una oferta ilimitada y exitosa, con fondos como el Julius Bauer Luxury Fund o el Pictet Luxury Brands. Una apuesta similar es la de March, con su fondo del vino (Barón de Ley, Treasure Wine Estates, Concha y Toro de Chile, Vidrala...), que incluye toda la cadena de valor, desde la uva a las bodegas y las industrias auxiliares. "No hay que olvidar", recuerda Jiménez, "que el consumo del vino aumentó en el mundo un 10% en volumen en los últimos diez años".

Las características de estos fondos hacen que sean aconsejables solo para el largo plazo. Hay que dejar madurar la tendencia. "Se trata de apostar por cambios estructurales, en las costumbres". Ahora mismo, hay fondos temáticos o sectoriales que, por supuesto, no están funcionando muy bien. Es el caso de los de commodities o minas, los de agricultura o los de energías renovables. Los primeros, porque han tenido subidas muy fuertes y están esperando otro ciclo de subidas. Los de renovables, porque este tipo de energías están en un momento de redefinición. Los expertos se muestran seguros, sin embargo, de que este tipo de valores triunfarán más pronto que tarde. "Lo importante aquí es mirar al frente, no por el retrovisor", explica Martín, de BlackRock. "Las materias primas se beneficiarán de la expansión de los emergentes, que crecerán tres puntos por encima de la media mundial y de que su oferta es limitada y rígida".

Lo mismo opina de las energías renovables. "Aunque hayan sido castigados, somos muy positivos con estos valores dado que el problema de la sostenibilidad será cada vez más acuciante".

La pasión por la sectorialización ha llevado a crear fondos de regiones concretas y países. Ahí están los fondos sobre empresas de África. Ya no solo se ofrece poder invertir en valores brasileños o rusos, sino que han cogido fuerza los de Turquía. Al contrario de los temáticos, los centrados en países levantan más reservas. La volatilidad es alta y el riesgo, fuerte por los cambios políticos o regulatorios. Pese a eso, la tentación de invertir, por ejemplo, en fondos centrados en Turquía, con rentabilidades hasta del 30% o 40% en el último año, es muy alta, de todos modos.

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