Canadá, una mina de 10.000 millones para Acciona y ACS
ACS y Acciona han abierto al tráfico este fin de semana la autopista A30 en Canadá. Una infraestructura que ha merecido más de 1.200 millones de inversión y que se suma a las concesiones que ambas explotan en ferrocarril, autopistas u hospitales en el país norteamericano. Aliadas unas veces y rivales otras, las dos constructoras españolas suman proyectos por 10.000 millones en uno de los mercados más activos del mundo en colaboración público-privada.
Pocos países como Canadá, el segundo del mundo por extensión, están sirviendo para que las mayores constructoras españolas mitiguen el derrumbe de la obra civil en España. No es un mercado fácil, por las condiciones climatológicas y la existencia de un sector desarrollado de la construcción, pero en los últimos años se ha producido un boom de proyectos como reacción a un déficit en infraestructuras que toca a carreteras, ferrocarril, colegios u hospitales. Allí está activo un plan de desarrollo -Building Canadá- al que se suma el interés de provincias como Quebec, Ontario y Columbia Británica por la colaboración público-privada.
Además, funcionan los bonos de proyecto y los fondos de infraestructuras y de pensiones disponen de cantidades ingentes de dinero en la recámara. Todo un paraíso para ACS y Acciona, que han secundado la apuesta de Ferrovial, concesionaria de la mayor autopista del país (407 ETR), y han disparado durante la crisis sus carteras de obra y concesiones en el país norteamericano. Entre las dos suman proyectos por unos 10.000 millones de euros.
Acciona y ACS han cortado la cinta de una autopista este fin de semana que ha lleva aparejada una inversión de 1.580 millones de dólares canadienses (1.230 millones de euros). Es la A-30, arteria básica de 42 kilómetros entre Montreal y Quebec.
Las dos españolas han liderado el consorcio constructor, con un 40% cada una y el apoyo de las constructoras locales Aecon (16%) y Verreault (4%). Pero su trabajo no queda ahí, Acciona y ACS se reparten al 50% el capital de Autoroute 30 para explotar el peaje de la nueva autopista, más otros 32 kilómetros ya existentes, durante los próximos 30 años.
El proyecto comenzó a ejecutarse en 2008 e incluye un puente de 1,8 kilómetros sobre el río San Lorenzo, otro de 2,5 kilómetros sobre el canal de Beauharnois -el segundo más largo del mundo de sus características-, así como un túnel de 80 metros bajo el canal de Soulanges.
La estructura de financiación es de las de antes de la crisis: 82% deuda, 18% capital. La concesionaria tardó tres meses en cerrar el crédito y fueron muchos los bancos españoles que acudieron a prestar su dinero: BBVA, Banesto, Caja Madrid, La Caixa, Popular e ICO formaban consorcio con Royal Bank of Canada, Espirito Santo o Société Générale, entre otros. La mayor parte del préstamo de 1.100 millones de dólares canadienses, 810 millones, están firmados a 30 años.
Tras operaciones como esta, que fue premiada con el North America Deal of the Year que concede la publicación especializada PFI, la banca española ha sido habitual en el respaldo de infraestructuras fuera del mercado doméstico.
Cartera canadiense
Acciona y ACS ya comparten otros proyectos en Canadá como es el de la autopista Windsor Essex Parkway, que conectará Canadá y Estados Unidos, enlazando la autopista 401 en Ontario con la Interestatal 75 de Michigan. Con ella crean un paso básico para el tráfico de mercancías. Tras 1.600 millones de dólares canadienses de inversión, la autopista se abrirá al tráfico en 2014.
El grupo de la familia Entrecanales ganó su primera concesión en el país norteamericano en 2008, cuando se apuntó la construcción y mantenimiento del Hospital Royal Jubilée de Victoria (Columbia Británica). Por entonces fue la primera empresa española en acceder a la colaboración público privada (PPP) en Canadá. Con 500 camas y 35.000 metros cuadrados de instalaciones, el montante de la inversión es de 300 millones.
Sólo en construcción, Acciona tiene 3.722 millones de euros en cartera internacional. De esta cifra, un 10% procede de obras en Canadá. Un montante que se multiplica en el caso de las concesiones: Acciona gestiona inversiones por 1.850 millones, con Canadá como principal destino (45% del total, frente al 40% de España o el 9% de Chile).
ACS, por su parte, ha visto crecer su cartera canadiense de contratos un 40% en el último ejercicio. La compañía acaba de apuntarse el diseño, construcción y mantenimiento del metro ligero de Ottawa, en la región de Ontario, precisamente en pugna con Acciona. El proyecto, que acometerá junto a la local SNC Lavalin, precisa 2.100 millones de dólares canadienses para una línea de 12,5 kilómetros, con 13 estaciones, y la remodelación de la autopista H-417. El contrato incluye trenes de Alstom.
Este metro ligero es la quinta concesión del grupo que preside Florentino Pérez en Canadá. Este mismo año se ha llevado, en equipo con Meridiam y compitiendo contra Macquarie y SNC Lavalin, la autopista Northeast Anthony Henday en Alberta. La inversión será de 1.800 millones de dólares canadienses y tras 53 meses de obras vendrán 30 años de operación y mantenimiento. La financiación se basará en bonos.
ACS tomó el control hace un año de la constructora local Clark Builders of Edmonton, con una cartera de 550 millones de euros y una facturación de 360 millones anuales. Todo un paso para reforzarse como referencia local en infraestructuras de transporte e industriales.