El Tesoro afronta la amenaza de Italia con un colchón de 40.000 millones
El Tesoro solventó ayer con éxito la antepenúltima subasta del año, tras haber cubierto ya las necesidades de 2012. De cara a 2013 cuenta además con un colchón de 40.000 millones de euros que, aun así, no rebaja la expectativa del mercado de que España terminará por solicitar el rescate.
El Tesoro salvó ayer sin problemas la subasta de letras a 12 y 18 meses. Colocó deuda por un importe total de 3.890,1 millones de euros, a menor interés y por encima del máximo previsto de 3.500 millones.
Y ello a pesar de la sacudida que el lunes causó en el mercado la noticia de la marcha anticipada de Mario Monti al frente del gobierno de Italia.
Volvió a quedar patente el apetito de los inversores por los títulos españoles, más aún a unos plazos que quedarían bajo el paraguas comprador del BCE en el momento en que activara su programa de adquisición de deuda soberana. Con la subasta de ayer, el Tesoro ha captado ya 95.096 millones de euros en deuda a medio y largo plazo, lo que supone el 110,7% de lo presupuestado para 2012. Y a esto se añade un colchón de 40.010 millones de euros que el Tesoro tiene depositados en el Banco de España, según los últimos datos correspondientes al mes de noviembre.
La cifra supera en un 36,4% a la cuantía del mes de octubre, que había sido especialmente exigente para el Tesoro por el elevado volumen de vencimientos, por 29.100 millones, y que aun así se saldó con una hucha de 29.319 millones de euros. La cifra es además la más alta desde el mes de mayo, antes de que los problemas de capital de la banca se manifestaran en toda su crudeza y de que se desatara la presión sobre la deuda soberana española que llevó a la prima de riesgo a los máximos históricos de julio, en los 638 puntos básicos.
El descenso posterior de la prima de riesgo, posible gracias a la disposición del BCE a comprar bonos en el mercado a cambio de la petición de un rescate, ha allanado el camino para las subastas del Tesoro en la recta final del año. Sin embargo, la sacudida registrada el lunes a causa de la inestabilidad política en Italia, ha puesto de nuevo de manifiesto la fragilidad que subyace en el acceso de España a la financiación de los mercados. No en vano, el Estado afronta una necesidad total de financiación para 2013, entre amortizaciones y nuevas emisiones, de 207.173 millones de euros, según lo recogido en los Presupuestos Generales. A esto se añade el Fondo de Liquidez Autonómica del próximo año, que deberá captar recursos por 23.000 millones de euros para garantizar la solvencia de als comunidades autonómas que acudan a él.
Los primeros vencimientos de bonos del Tesoro español llegarán en enero de 2013, que junto con los próximos abril, julio y octubre serán los meses más cargados de vencimientos de deuda a medio largo plazo, con entre 15.000 y 20.000 millones en cada uno de los meses. Un desafío que el colchón en el Banco de España y lo captado en las emisiones de noviembre y diciembre ayudarán a suavizar, aunque no sin dificultades. Así, persiste la idea, mayoritaria entre los inversores, de que España terminará por solicitar la ayuda de sus socios europeos para garantizar la sostenibilidad de su financiación. "Que la rentabilidad del bono a diez años haya pasado del 5,6% al 5,2% es solo una ligera recuperación. Los actuales niveles de financiación son inasumibles y tarde o temprano, España pedirá el rescate", explica Javier Ferrer, jefe de la mesa de deuda de Ahorro Corporación, para quien la caída de ayer de la prima de riesgo española se justifica especialmente por el descenso de la prima de riesgo italiana. En la jornada de hoy, la prima española se aproxima a los 400 puntos básicos y cede 9 puntos, en línea con la caída de la prima de riesgo italiana, hasta los 331 puntos básicos.