BBVA rechaza entrar en el 'banco malo' y eleva la factura del resto del sector
El desplante de Francisco González, presidente de BBVA, al Gobierno lo pagará el resto de la banca sana. Todas las entidades que no han recibido ayudas públicas participarán en la capitalización del banco malo para cubrir el hueco de BBVA. Santander y CaixaBank, encabezan el proceso con una aportación de unos 600 millones por cabeza.
El pulso que han mantenido en las últimas semanas el ministro de Economía, Luis de Guindos, y el presidente de BBVA, Francisco González, ha culminado sin que el banquero diera su brazo a torcer. Su entidad, que ha visto reducirse a la mitad los beneficios del año por el saneamiento del ladrillo, no participará en la capitalización del banco malo.
El desplante de BBVA, que ya rehusó apoyar otras iniciativas como la salida de Bankia a Bolsa, será costeado por el resto de la banca sana, que acudirá en bloque a aportar como mínimo el 50% de recursos privados que Sareb requiere para no trastocar las cuentas públicas del país.
Santander y CaixaBank serán los principales socios privados del Estado con una aportación cercana a los 600 millones. Les acompañarán Banco Popular, Sabadell, Bankinter, Kutxabank, Ibercaja y Unicaja, pero también las cajas rurales, el sector asegurador y algún fondo internacional.
El reparto de la carga ante la ausencia de uno de los gigantes bancarios se ha encarecido significativamente. En el caso de Santander o CaixaBank, la negativa de González a asociarse en la mayor inmobiliaria de Europa les va a costar unos 200 millones adicionales, desde el entorno de los 400 millones que hubieran asumido. Para el resto, la diferencia es menor aunque igualmente significativa.
Las aportaciones, que se han calculado en función del volumen de activos y la cuota de mercado de cada firma, supondrán un coste de unos 250 millones para Popular, en línea con lo que se requiere de Sabadell. Kutxabank facilitará más de 100 millones, algo por encima de lo que tendrá que desembolsar Bankinter. Ibercaja, que ha podido eludir el suspenso de Oliver Wyman rompiendo con Liberbank, y Unicaja harán una inversión menor. En el proceso se ha involucrado incluso a las cajas rurales, que reivindican su solvencia frente a grandes entidades que han recibido ayudas. Cajamar sumará 61 millones a una bolsa en la que también participarán caja laboral y el banco cooperativo, según fuentes del mercado.
El sector asegurador ha sido otro de los apoyos que ha encontrado el FROB ante la escasez de inversores interesados en asociarse al banco malo. Mapfre invertirá unos 50 millones, Mutua Madrileña, otros 30, y entiades como Catalana Occidente, Pelayo o la gala AXA, ultiman su aportación. Esta última no será finalmente la única socia internacional de Sareb, donde destacan la inversión, "de carácter simbólico" según fuentes del sector, que harán el banco anglosajón Barclays o el germano Deutsche Bank.
El objetivo es que las aportaciones, que podrían hacerse efectivas este viernes, esten cerradas mañana, tras la llegada hoy del primer tramo del rescate europeo a la banca. Este incluye unos 2.500 millones para la participación pública en Sareb, que nunca ha de superar el 49,9% del captal.
La idea inicial era que los inversores privados aportaran unos 2.200 millones de euros, entre capital puro y deuda subordinada, sobre los 3.900 millones de recursos propios con que nacerá la sociedad para soportar los 44.000 millones en activos tóxicos de la banca nacionalizada que se traspasarán antes de final de año. Si bien la cifra podría ser algo inferior, el objetivo es alcanzar unos recursos de 5.000 millones para marzo de 2013, cuando Sareb recibirá los activos del resto de entidades con ayudas.