¿Puede acelerar Berlusconi el rescate de España?
El terremoto italiano ha provocado una sacudida en toda la UE y, en concreto, en España. El Gobierno ha reconocido el efecto contagio y ha vuelto a poner encima de la mesa el debate sobre el rescate de España. Aunque de momento el repunte del riesgo ha sido moderado, los analistas creen que una prima cerca de 500 puntos básicos podría acelerar la petición de ayuda.
Italia ha abierto un nuevo frente en la eurocrisis. La pérdida por parte del Gobierno del apoyo del partido de Silvio Berlusconi, que ha hecho pública su candidatura a las próximas elecciones, ha llevado a Mario Monti, a anunciar su salida cuando apruebe los presupuestos.
La mañana del lunes estuvo marcada por fuertes subidas en las primas de riesgo española e italiana. El mismo lunes, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, advirtió del "contagio inmediato" que sufre España por las dudas sobre la inestabilidad política del país y apuntó, en declaraciones a Radio Nacional de España, que "cuando surgen dudas sobre la estabilidad de un país próximo como Italia, al que también se percibe como vulnerable, inmediatamente nos contagia".
En la sesión de hoy, y gracias también al éxito de la subasta de deuda, la presión se ha moderado de manera significativa. Pero la prima de riesgo española sigue en el entorno de los 425 puntos y el bono por encima del 5,5%. El margen de maniobra es escaso.
Los analistas consideran que la presión sobre Italia es un nuevo foco de incertidumbre que llega en un mal momento, y coinciden al señalar que una prima de riesgo española cerca de los 500 puntos podría acelerar la petición de un rescate.
"A tenor de la estrategia que está siguiendo el Tesoro, acelerando las emisiones para financiar los vencimientos del próximo año, parecía poco probable que se produjese la solicitud de ayuda con una prima de riesgo en el entorno de 400 puntos, niveles en los que el Tesoro parecía muy cómodo. Pero si el spread de deuda se proyectase claramente por encima de los 450 puntos, estaríamos ante un cambio de escenario. Además, desde un punto de vista político, España gana una baza moral, al verse contagiada por inestabilidades ajenas", comenta Daniel Pingarrón, de IG.
Fernando Espinosa, de Interbrokers, coincide al señalar que "aumentará la presión para que España pida el rescate. La prima de riesgo podría alcanzar los 470-480 puntos, por lo que la solicitud de ayuda dependerá en gran medida de si el riesgo-país se mantiene en esos niveles en el tiempo".
Sin embargo, algunos expertos van más allá. Julián Lirola, analista de Self Bank, considera que "en el corto plazo el efecto se produce en la prima de riesgo. Si se mantiene en estos niveles no se va a pedir el rescate. Para que eso pasara la rentabilidad del bono tendría que llegar a más del 7% y la prima tendría que estar en unos 600 puntos".
Final de año agitado en el Ibex y estabilidad para la moneda única
"Aunque la tensión se ha ido reduciendo, estamos entrado en una fase marcada por la incertidumbre. Desde Alemania y Francia se han apresurado a desdramatizar la dimisión de Monti y a mostrar cierta confianza, pero en el corto plazo estas últimas novedades han restado muchas posibilidades al rally navideño", comenta Daniel Pingarrón, de IG. Y es que la mayoría de los analistas cree que esta nueva amenaza marcará el son al que bailará el Ibex de aquí a final de año.Fernando Espinosa considera que el selectivo español "no debería perder bajo ningún concepto el nivel de los 7.400-7.500 puntos" y añade que "si llega a los 7.200 la situación se volverá más complicada". En cuanto al euro, que ayer se mantuvo prácticamente inalterado y despidió la jornada en 1,2930 dólares, el experto no duda en destacar que la moneda única "está bastante fuerte, por lo que aguantará en el nivel de los 1,29 y veo poco probable que vuelva a los mínimos que marcó el pasado viernes. No irá para atrás porque el dólar no se va a revalorizar".Bankinter, sin embargo, no comparte esta opinión y precisa que "la convocatoria de elecciones anticipadas en Italia supone un claro factor de riesgo para el conjunto de la Unión Económica y Monetaria. La reacción previsible del mercado será una depreciación del euro y una ampliación de los diferenciales de deuda periféricos".