Guindos intenta que las antiguas cajas controlen sus bancos
El Gobierno quiere autorizar a las antiguas cajas de ahorros, transformadas en fundaciones bancarias, a mantener una participación significativa en los bancos donde han segregado sus activos financieros. Bruselas invoca el memorándum del rescate para impedirlo.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, se mostró ayer en Bruselas convencido de que la transformación de las antiguas cajas de ahorros en Fundaciones especiales les permitirá mantener una presencia importante en las entidades financieras que han creado.
De Guindos aseguró, tras asistir en la capital comunitaria a una reunión del Ecofin (consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE), que la norma elaborada para cumplir con las exigencias de Bruselas "busca fundamentalmente que estas cajas de ahorros se vayan convirtiendo en fundaciones de carácter bancario y de carácter especial".
Preguntado si las participaciones de esas fundaciones en los bancos quedarían exentas de los límites marcados por Bruselas para las antiguas cajas aseguró que "es cierto".
Esa interpretación favorecería a La Caixa, Ibercaja o las tres vascas (BBK, Kutxa y Caja Vital), que mantienen una participación muy alta en sus respectivos bancos.
Fuentes del Ministerio de Economía aseguraron ayer que la participación de las Fundaciones en sus bancos podría ser incluso de control.
Madrid ya ha remitido la propuesta a la Comisión. Y fuentes oficiales aseguran que esperan recibir en breve el visto bueno "porque no hay ningún problema".
Pero Bruselas se reserva su veredicto y fuentes comunitarias no ocultan su discrepancia con la interpretación que Madrid hace del Memorándum firmado por el Gobierno español a cambio de un préstamo de hasta 100.000 millones de euros para completar la recapitalización del sector financiero.
A juicio de la CE, la norma elaborada por el Gobierno podría contradecir el espíritu y, quizá también la letra, del Memorándum. Ese documento, en su versión original (en inglés), establece que las antiguas cajas reducirán su participación en los bancos hasta posiciones de no control. La versión española dice posiciones no mayoritarias.
El enfrentamiento parece que no frenará el primer desembolso del rescate, previsto para el próximo día 12 de diciembre. Pero podría poner en peligro las siguientes entregas si Madrid y Bruselas no coinciden en los términos pactados.
España intentará calmar los ánimos de la CE obligando a las antiguas cajas a reducir significativamente su participación en los bancos. Guindos señaló ayer que para esa desinversión el Ministerio "establecerá plazos suficientemente largos, dilatados durante años", con el objetivo de evitar una venta precipitada y con precios a la baja.
Madrid quiere fijar plazos de entre cinco y 10 años, aunque Bruselas prefiere la parte baja de esa horquilla, que coincidiría con el periodo de reestructuración marcado para las entidades que han recibió ayudas (hasta 2017).
El ministro también aseguró que la norma establecerá "tramos " para marcar la participación que las fundaciones bancarias podrán mantener en sus entidades.
Fuentes del sector asumen que cada uno de los tramos (parece que serán cuatro) irá acompañado de unas exigencias crecientes de gobierno corporativa, para desincentivar la presencia de las fundaciones en los bancos.
CAM se disolvió ayer como entidad
No hay marcha atrás para las cajas que han recibido ayudas o han sido subastados sus bancos tras ser nacionalizadas. Ayer fue Caja Mediterráneo (CAM) la entidad que quedó transformada automáticamente por mandato legal en fundación de carácter especial, con disolución de todos sus órganos de gobierno y baja en el registro especial de entidades de crédito del Banco de España, según un hecho relevante remitido a la CNMV. En el documento se especifica que el 15 de noviembre fue publicada en el BOE la Ley 9/2012, de 14 de noviembre, de reestructuración y resolución de entidades de crédito, que entró en vigor en esa misma fecha y cuya disposición final decimotercera regula la transformación automática en fundación especial de las cajas que no hayan acordado su cambio en el plazo de cinco meses desde que se produjera el hecho de su disolución.Dado que CAM se encuentra en causa legal de transformación desde hace un año, cuando dejó de participar en Banco CAM -adquirido en subasta por Sabadell-, al que había segregado su negocio financiero, y al haber transcurrido dicho plazo, la caja alicantina ha quedado transformada "automáticamente" en fundación. Además, el Protectorado correspondiente nombrará una comisión gestora de la fundación para aprobar sus estatutos, nombrar al patronato, fijar el régimen que corresponda para la amortización inmediata de las cuotas participativas y adoptar cuantos actos o acuerdos sean necesarios para materializar la transformación.La otra caja valenciana, Bancaja, también inició su transformación en fundación el 28 de noviembre, tras pasar cinco meses desde que perdió su participación en Bankia al entrar el FROB. Las cajas de Madrid, Ávila, Segovia, La Rioja, Canarias y Caixa Laietana están en la misma situación.