Las empresas gastan cada vez menos en investigar
Las empresas españolas encuentran cada vez más dificultades para invertir en innovación tecnológica. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el gasto en este ámbito de aquellas compañías con más de 10 trabajadores cayó en 2011 por tercer año consecutivo, reduciéndose hasta los 14.756 millones, un 8,8% menos que en 2010. Desde que comenzó la crisis, la cantidad ha bajado un 26%, y el año pasado esta partida solo registró aumentos en tres autonomías: Navarra (24,5%), País Vasco (6%) y Asturias (4,8%), mientras que en Extremadura o Canarias se cuantificaron caídas del 51,6% y del 43,5%, respectivamente.
Las actividades de innovación tecnológica no solo incluyen el gasto en I+D, sino todos aquellos procesos que derivan en algún tipo de avance, como la compra de maquinaria o la formación para este campo. Teniendo esto en cuenta, las pequeñas y medianas empresas, las más golpeadas por la crisis económica, han sufrido un mayor retroceso. En 2011, el gasto en innovación de las pymes españolas disminuyó en un 12,2%, casi cuatro puntos porcentuales más que la media, y el número de empresas que acometieron algún tipo de innovación lo hizo en un 15,3%, cinco puntos más que la media total.
Las dificultades de las pymes para encontrar financiación para el desarrollo de sus actividades ordinarias complican que estas destinen una mayor parte de sus recursos para la innovación. Además, el cierre progresivo de empresas incide en la disminución del gasto registrado en las estadísticas. Según los datos de la escuela de negocios Esade, casi 180.000 empresas habrían cerrado en España desde 2008 a 2011, la mayor parte pequeñas. Y estas, además de ser el pilar fundamental del mapa laboral español, también lo son en el ritmo innovador de la economía.
14.756 millones de euros gastaron las empresas españolas en innovación tecnológica durante el primer trimestre de 2011.
26% es la caída de la inversión en esta partida desde que comenzó la crisis económica en 2008.
El sector empresarial gastó 7.100 millones en actividades puramente de I+D en 2011, lo que supone el 52% del total de lo que se gasta en España cada año en esta área. La Fundación Cotec para la Innovación Tecnológica estima que la mitad de lo que las compañías destinan a I+D procede de las pymes, que son las que más gastos ejecutan en el sector servicios y en agricultura, lo que pone de relieve el compromiso de las empresas de hasta 250 trabajadores con la innovación, pese a la grave situación económica. El otro pilar clave de la I+D+i nacional, el sector público, con un peso del 50% en el total de las inversiones que se realizan, ha recortado su presupuesto en un 25% para 2012 y lo ha congelado para 2013.
Cerrado el grifo del crédito bancario y de la inversión pública, se abren paso nuevas alternativas que facilitan la inversión y la financiación para llevar a cabo proyectos de innovación en las pymes. Uno de ellos es el fondo Isabel la Católica, puesto en marcha por el Fondo Europeo de Inversiones (FEI) y Axis, sociedad de capital riesgo dependiente del ICO, que supone una vía de financiación no bancaria para las pymes innovadoras. Dispone de 20 millones iniciales y se apoya en inversores privados, examinados por el FEI, que aportan hasta el 50% de los recursos destinados a los proyectos empresariales que elijan, un mínimo de 250.000 euros. El otro 50% lo aporta el fondo.
El propio FEI también ha llegado a un acuerdo con Bankinter para respaldar préstamos por un valor total de 120 millones de euros en dos años a empresas innovadoras a través del instrumento de riesgo compartido, ideado por el Banco Europeo de Inversiones y la Comisión Europea. La financiación iría desde los 25.000 hasta los tres millones para pymes que acometan actividades de I+D+i, garantizados en un 50% por el FEI. Es el primer acuerdo de este tipo con un banco que opera en España, y podría ampliarse a otras entidades financieras.
El futuro de la recuperación económica y, por tanto, laboral en España pasa en buena parte por las pymes, y su futuro, a su vez, pasa por su capacidad para adaptar sus procesos a una época en que la rapidez, la eficiencia y la apertura de mercados son claves. La vía es la innovación.
La Rioja, la región con más firmas innovadoras
Podría pensarse que un mayor gasto en ciertas autonomías redunda en un mayor porcentaje de empresas innovadoras. En Madrid y Cataluña se registran las mayores cantidades pero están lejos de ser las regiones que más empresas innovadoras tienen en sus territorios. En porcentaje sobre el total ocupan la octava y novena posición del ranking regional. La Rioja, País Vasco y Navarra son las tres que más compañías innovadoras tienen, en torno al 23% del total, pese a que, por ejemplo, La Rioja es de las que menos gasto registra. Se trata de tres regiones con un tejido industrial muy definido y con un gran peso de sectores como los de la automoción o la farmacia, de los más dinámicos en este sentido. Por contra, la construcción, que fue el motor en la última década, es una de las ramas que menor peso innovador presenta, lo que redunda en que las autonomías donde más importancia tuvo, como la Valenciana, Baleares o Andalucía, no tengan un porcentaje destacable de empresas innovadoras.