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Perfil

El economista estrella de Canadá

La recuperación económica canadiense ha llevado al gobernador de su banco central al éxito. Su próximo reto será dirigir el Banco de Inglaterra

Hace unos meses aseguró no estar interesado en el puesto, pero en el Banco de Inglaterra sí que tenían los ojos puestos en él. Y es que el próximo gobernador de la autoridad monetaria británica ha conseguido al frente del Banco de Canadá una recuperación que ha sido poco menos que milagrosa. El país de la policía montada ha sido el Estado del G-7 que mejor y más rápido se ha levantado tras la recesión y la crisis financiera, lo que ha encumbrado a Mark Carney (Fort Smith, 1965) como el economista estrella canadiense.

Por ello, y a pesar de su negativa inicial, Carney se convertirá a partir de junio en el primer gobernador no británico del Banco de Inglaterra. Nació en los Territorios del Noroeste de Canadá, aunque pasó la mayor parte de su infancia y adolescencia en Edmonton, capital de la provincia de Alberta. Allí se mudaron sus padres, que trabajaban como profesores, cuando él tenía seis años.

En Edmonton todos guardan un gran recuerdo del que fuera repartidor de uno de los diarios de la ciudad. El todavía gobernador del banco central canadiense ha pasado de ser el chico de los periódicos a protagonista de la sección de economía, algo que llena de alegría y orgullo a quienes participaron en su formación. En declaraciones al Edmonton Journal, uno de sus profesores de secundaria aseguró que Carney es uno de los alumnos de los que nunca se olvidará por su agradable personalidad y su gran motivación en los estudios.

El sustituto de Mervyn King al frente del Banco de Inglaterra abandonó la ciudad de su infancia y su país natal para ir a estudiar a Harvard, donde se licenció en Economía. De Estados Unidos se trasladó Reino Unido para cursar un máster en Oxford y obtener su doctorado. Allí conoció a la que hoy es su esposa, también economista, y con la que tiene cuatro hijos.

Antes de llegar al Banco de Canadá, Carney trabajó en la firma de inversión Goldman Sachs durante 13 años. Estuvo en las sedes del banco en Londres, Tokio y Nueva York, hasta que finalmente recaló de nuevo en su patria, concretamente en Toronto. Abandonó la esfera privada en 2003, cuando fue nombrado subgobernador del banco emisor. Un año después, se convirtió en viceministro asociado en el Ministerio de Finanzas. Llegó al cargo de gobernador de la autoridad monetaria en 2008 y empezó a mover todos los hilos que estaban a su alcance, como mantener los tipos de interés en niveles muy bajos, para facilitar la recuperación del país.

Considerado uno de los seis mejores gobernadores de bancos centrales del mundo, según la revista Global Finance, y presidente del Consejo de Estabilidad Financiera, Carney es toda una celebridad de la que el pueblo canadiense no quiere desprenderse. El ministro de Finanzas del país, Jim Flaherty, calificó su marcha como "una pérdida" poco después de conocerse su próximo destino.

La tarea que le espera en Reino Unido es complicada, ya que se pondrá al frente de una institución que en los últimos años ha tenido que rescatar a algunos de los bancos más importantes del país y enfrentarse al escándalo de manipulación del índice líbor. El primer gobernador extranjero del Banco de Inglaterra (que ya ha solicitado la nacionalidad británica) acumulará más responsabilidad que su predecesor ya que, además de controlar los tipos de interés y la inflación, se encargará de supervisar el sistema financiero.

Pero este economista estrella no deja de ser humano y fuera de las instituciones es un gran aficionado de algo tan mundano como el hockey sobre hielo, el deporte de más éxito en Canadá. Carney lo practicó durante su época de estudiante universitario y sigue siendo seguidor de los Oilers, el equipo de Edmonton. El gobernador comparte esta afición con su mujer, ya que mientras él llegó a ser portero suplente en su equipo de Harvad, ella jugaba en el conjunto femenino de Oxford. "Ella era mejor que yo", reconoce.

Joven, guapo, encantador e inteligente. La revista Time aseguraba en 2010 que Mark Carney reúne todas estas cualidades que no suelen abundar entre los gobernadores de los bancos centrales. El hombre que todos quieren tener en su equipo ha fichado por La Vieja Dama de la Calle Threadneedle (nombre con el que se conoce a Banco de Inglaterra) para un mandato de 10 años que comenzará en junio. Habrá que ver si este canadiense es capaz de meterse en el bolsillo a los británicos como ha hecho con sus paisanos.

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