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Las ventas minoristas caen un 8,4% en octubre, según el INE

Nadie compra nada

Las ventas del comercio minorista han caído en octubre un 8,4% (descontado el efecto de la inflación) respecto al mismo mes del año anterior. Este indicador acumula ya 28 meses consecutivos de descensos y se ha contraído un 31% desde el inicio de la crisis en otoño de 2008 debido al fuerte ajuste del empleo y los salarios y a las subidas de impuestos que cercenan la renta disponible.

Los españoles gastan ahora en consumo diario en la distribución comercial minorista 69 auros por cada 100 que gastaban hace cuatro años, cuando la crisis llegaba a los hogares. Las ventas minoristas se han contraido nada menos que un 31% desde el otoño de 2008, porque desde entondces, en España han pasado muchas cosas, y ninguna buena para la renta familiar.

En octubre las ventas del comercio minorista descendieron un 8,4% a precios constantes (descontado el efecto de la inflación) sobre octubre de 2011, y un 9% si se corrige el efecto del calendario, según Estadística. Con este desempeño, muy negativo por la fuerte subida de los impuestos sobre el consumo de septiembre, el Indice de Comercio Minorista acumula nada menos que 28 meses consecutivos de descensos, iniciados en julio de 2010, cuando el Gobierno de España, presidido por Rodríguez Zapatero, subió el IVA, en la que era la primera de una serie de severas subidas de todos los impuestos en los años sucesivos.

La explicación de esta fuerte contracción de las ventas minoristas está en la pérdida acelerada de renta disponible de los particulares. Desde el otoño de 2008 España ha perdido tres millones largos de empleos, ha iniciado una lenta contracción de los salarios y ha sufrido la citada escalada impositiva (IVA, IRPF, carburantes, copagos sanitarios), lo que ha cercenado notablemente la renta disponibe de los hogares, y ha mudado las expectativas, que han pasado del optimismo al pesimismo más crudo.

Un cálculo realizado sobre las aportaciones de la Contabilidad Nacional revela que los salarios han perdido terreno respecto a los beneficios, y que la pérdida de la renta disponible para los hogares ha sido superior a los 25.000 millones de euros solo este año, pérdida que se ve magnificada por la resta que sobre su poder real de compra provoca una inflación generada por los impuestos.

En paralelo, en los últimos años el ajuste de la riqueza financiera de los hogares no ha cesado, fundamentalmente por la caída muy fuerte de las cotizaciones de las compañías en Bolsa, que genera un efecto pobreza sobre los hogares.

Todas estas circunstancias minan el estado de ánimo de los consumidores, que, con grados muy elevados de endeudamiento por la intensa toma de crédito de la década anterior, reduce su nivel de consumo y eleva el de ahorro por previsión. Y este comportamiento es el que se refleja en las estadísticas de comercio minorista, con los citados 28 meses de caídas persistentes, en todos los tipos de productos y en todos los formatos de distribución. Nadie compra nada.

Octubre ha tenido un registro muy negativo, aunque menos malo que el de septiembre, cuando el Gobierno acababa de aplicar la mayor subida del Impuesto sobre el Valor Añadido de la historia, al colocar el tipo general en el 21% (desde el 18%) y el reducido en el 10% (desde el 8%), además de trasvasar infinidad de productos y servicios de la fiscalidad reducida a la normal. Si se toman tasas mensuales, en octubre se produce un fuerte aumento de consumo sobre septiembre, de un 5,6%, el más generoso de ese mes en los últimos cinco años.

El ajuste se ha concentrado sobre todo en los bienes de uso duradero como es el equipamiento del hogar (electrodomésticos, que precisan financiación ajena en muchos casos), con un descenso real del 14,9%, en tanto que el consumo en alimentación solo ha caído un 3,1% (incluso registra un pequeño incremento anual en los diez primeros meses del ejercicio). Los bienes de equipo personal han caído un 6,1%, y la adquisición de otros bienes, un 9,8%.

Pérdida en todos los formatos

La caída de ventas en octubre es generalizada en todos los formatos de distribución minorista, pero más intensa en las grandes superficies, donde supera el 12%. En las grandes cadenas urbanas, por contra, la pérdida de ventas se limita al 2,6%, y son estas las únicas que incluso generan nuevo empleo, aunque con un avance de solo el 1%, mientras que todos los demás formatos lo destruyen.

Las pequeñas cadenas vendieron en octubre un 10,6% menos en tasa interanual, mientras que las tiendas unilocalizadas (la tradicional) perdió un 9%. En términos generales el comercio minorista perdió un 1,2% de la ocupación en los últimos doce meses, pero en las pequeñas cadenas la pérdida llegó al 3,8%, y al 3,2% en gran superficie.

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