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Gastronomía

Es tiempo de caza y de setas en La Torcaz

Por la noche ofrece una renovada carta con tapas y medias raciones.

Uno de los platos.
Uno de los platos.

Acaban de ampliar el comedor y las mesas, a pesar de los tiempos que corren, suelen tener pleno a mediodía. Da alegría ver una sala tan concurrida hoy día en Madrid. Y Segundo Alonso, su propietario, con su propuesta de cocina seria y honesta, consigue mantener a esa clientela fiel a la cocina burguesa. El otoño es una buena época para La Torcaz: llegan las setas, las verduras de temporada y unas buenas piezas de caza.

Se trata de un restaurante familiar, donde oficia el cocinero de origen gallego, acompañado de su esposa, María José Barros, que ejerce de anfitriona, y de su hija Lorena, encargada de la bodega. La sala está controlada por el eficaz maitre Javier Barón. El chef Segundo Alonso vivió sus inicios en el oficio en El Amparo, cuando este era considerado el segundo mejor de restaurante de Madrid. El primero era, por entonces, Zalacaín. Consolidó su destreza en la cocina en los fogones de La Paloma, donde desarrolló un estilo propio, resultado del equilibrio entre el tratamiento académico de la materia prima y de una ligera innovación.

En la carta ofrecen platos como una magnífica y delicada liebre a la Royal, con 43 horas de cocción que le dan jugosidad a la carne; el solomillo de venado, procedente de Albacete; las tórtolas asadas con raviolis de boletus y trufa, la sopa de paloma torcaz con castañas (en plena temporada). También se puede encontrar platos como la becada y el zorzal, procedentes de Córdoba y Jaén.

Deliciosas también son las alcachofas, que sirven, si así se desea, sin ninguna complejidad, simplemente con un chorro de aceite de oliva virgen extra y tacos de jamón ibérico. Merece la pena probar los boletus, níscalos y chantarelas. También se puede optar por unas manitas de cerdo deshuesadas con trufa, virutas de foie sobre pan de cristal, rollitos crujientes de langostinos o los erizos de mar (oricios) gratinados con huevo de codorniz.

La cocina de Segundo Alonso es la del mimo, la rigurosidad, la técnica y la paciencia. Y esto en los tiempos que corren es alabado por su clientela. Toda esta seriedad y buen hacer se refleja además en los postres caseros, asignatura que muchos restaurantes confían a externos, que salen de su propio obrador, como el merengue con crema de castañas o el crujiente hojaldre con pera y nata.

Dispone de un menú cerrado que incluye dos aperitivos, tres platos, postre y maridaje de cava y vino por 45 euros. Para las noches acaban de estrenar una nueva carta, mucho más ligera y menos contundente que la oferta de mediodía, a base de medias raciones y tapas, basada en los platos más conocidos de la casa.

La Torcaz: Lagasca, 81. Madrid. Teléfono: 91 575 41 30. Precio medio: 45 www.latorcaz.com

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