La cumbre europea termina con un rotundo fracaso
La cumbre europea para pactar los presupuestos de 2014 a 2020 concluyó hoy sin acuerdo. Varios socios, con Reino Unido a la cabeza, exigieron un recorte mucho mayor de lo previsto. Las negociaciones continuarán en 2013, pero ya se da por seguro que, por primera vez, la UE aprobará unos presupuestos más restrictivos que los anteriores.
No hubo acuerdo, pero tampoco drama. El club comunitario parece ya tan acostumbrado a los fracasos (esta misma semana encallaron el rescate Grecia y se ralentizó la unión bancaria) que a las cinco de la tarde el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, constató sin alarma que la Unión Europea, de momento, no puede pactar su nuevo marco presupuestario. "No hay motivos para dramatizar porque estamos ante unas negociaciones muy técnicas", señaló Van Rompuy al término de una cumbre de dos días.
La ruptura de las negociaciones llegó por la insistencia del Gobierno británico, entre otros, en recortar drásticamente el nuevo marco presupuestario desde la propuesta inicial, cercana al billón de euros para siete años. Los contactos se retomarán a nivel diplomático en las próximas semanas, con el objetivo de convocar una nueva cumbre a principios de 2013. Pero las posiciones parecen tan alejadas que fuentes comunitarias reconocían que los líderes de la UE "han preferido no fijar una fecha concreta para no imponerse un plazo y exponerse a un nuevo fracaso".
Van Rompuy deberá preparar ahora un nuevo proyecto que recoja las exigencias de austeridad planteadas por Reino Unido, Alemania, Suecia u Holanda. Esos países pretenden dejar los presupuestos en el 1% del PIB europeo desde el 1,12% del marco actual (2006-2013). Una rebaja que, según cálculos de Benedicta Marzinotto, del instituto de estudios Bruegel, supondrían "un recorte total de 135.000 millones de euros si se toman en cuenta las partidas que hasta ahora estaban fuera del presupuesto".
Sin precedentes
La última propuesta discutida en la cumbre incluía ya un tijeretazo de 80.000 millones de euros y dejaba el gasto total en 1,08 billones de euros. A pesar del tajo, los países receptores de fondos estructurales y agrícolas como España parecían dispuestos a suscribir el proyecto para evitar recortes mayores. Pero el acuerdo no prosperó. "No tiene sentido recortar en nuestros países y luego venir a la UE y aprobar más gasto", repitió el primer ministro británico, David Cameron.
Y tras la cumbre, Van Rompuy dejó claro que está dispuesto a satisfacer las demandas de Cameron y compañía. "Nuestra última propuesta ya supone una reducción del techo de gasto del 2% en relación con 2006-2013", señaló. Y añadió que "no me parecía adecuado ir más allá en este momento de la negociación, pero no lo descartó más adelante".
Se espera otro tajo de al menos 20.000 millones de euros. Las partidas que más sufrirán, dado que supone el 80%, serán las de política de cohesión y agrícola. De modo que, por primera vez en su historia, el club comunitario "se dotará de unos presupuestos que conllevan recortes en relación con los anteriores", según admitió el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso. Van Rompuy se reserva además una guinda si hay acuerdo: la rebaja salarial para todos los eurofuncionarios.
El tiempo juega en contra de España
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como la mayoría de los líderes europeos, restó importancia el viernes al fracaso de la cumbre de los presupuestos europeos."Estaba dentro de lo previsible y de la normalidad", señaló Rajoy, tras recordar que ya había ocurrido en ocasiones anteriores, en concreto, en 2005 durante la negociación del actual marco financiero plurianual (2006-2013).La diferencia es que, entonces, el marco se aprobó un año antes de su entrada en vigor. Ahora se pactará, como muy pronto, a unos meses vista del primer ejercicio presupuestario (2014) del próximo septenio. Y esta vez, además, la trifulca sorprende a la UE en medio de una imprevisible crisis existencial en la que incluso se pone en duda la continuidad de algún socio, como Reino Unido y Grecia, o la propia supervivencia del mercado interior y la moneda común.Esta vez, además, la ruptura de las negociaciones deja la última oferta discutida en la cumbre, que mejora sensiblemente los ingresos de España en política de cohesión y agrícola. El propio Rajoy advirtió que "mientras no haya acuerdo, se trata de propuestas que se pueden ir modificando".La prórroga negociadora también juega en contra de España porque sin acuerdo se paralizarían los fondos estructurales para 2014, de los que España espera recibir 4.000 millones de euros. Solo la PAC (política agrícola) estaría garantizada."El coste de no tener un acuerdo sería enorme para la economía europea por la falta de certidumbre sobre inversiones multimillonarias", advirtió el viernes el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso. Para colmo, tampoco hubo acuerdo en el presupuesto para 2013, por lo que no se descarta una prórroga del de este año (más bajo).