Catalunya Banc negocia una 'bula' con Bruselas para sus preferentes
Los dueños de preferentes y deuda subordinada de bancos auxiliados aguardan el veredicto de Bruselas del próximo miércoles. Bankia entregará acciones, mientras Catalunya Banc trata de negociar una quita mínima ante la reapertura de su subasta. La CE pretende que Novagalicia canjee sus preferentes por instrumentos de capital pese a que no cotiza.
Ya queda menos. Es la recta final del culebrón: el miércoles 28 de noviembre la Comisión Europea dará su veredicto a los planes de recapitalización de la banca española en apuros. Los pequeños inversores que compraron preferentes o deuda subordinada de Bankia, Catalunya Banc, Novagalicia y Banco de Valencia aguardan una solución.
La pelota está ahora en el tejado de Catalunya Banc y Novagalicia, que a diferencia de Bankia y Banco de Valencia no cotizan en Bolsa. Las intenciones de la Comisión Europea son que los híbridos se canjeen por instrumentos que computen como capital de máxima calidad. Es decir, por acciones o por bonos convertibles contingentes (cocos, en jerga financiera).
La buena noticia es que Catalunya Banc tiene un as en la manga. Está negociando una solución más favorable para los dueños de sus preferentes, puesto que el Banco de España ha reactivado la subasta de la antigua caja de ahorros. Esto abriría la puerta a que el comprador se hiciera cargo de estos híbridos, como ocurrió con Caja Mediterráneo (CAM) cuando la compró Banco Sabadell, o con Unnim, tras su adquisición por BBVA. Una quita será inevitable pero esta puede ser muy inferior a la de sus tres colegas del Grupo 1.
Catalunya Banc cuenta con 510 millones de euros en preferentes en circulación y con 1.428 millones de euros en bonos subordinados. Jaime Guardiola, consejero delegado de Banco Sabadell, ha reconocido que estudia la adquisición de la entidad, una vez que Luis María Linde la ha puesto en el mercado. Fuentes financieras explican que hay más entidades financieras interesadas. "El asunto está en si finalmente Bruselas pasará por el aro y permitirá soluciones distintas para las entidades que están en el Grupo 1", advierten fuentes conocedoras de las negociaciones.
El banco formado por Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa fue uno de los señalados por Oliver Wyman a finales de septiembre. Le detectó un déficit de capital de hasta 10.825 millones y para reducir la factura transferirá activos al banco malo, que absorberá de entrada activos por unos 45.000 millones de las cuatro entidades nacionalizadas. "Las negociaciones prosiguen y nada está cerrado. La posición de la Comisión es extremadamente dura y no está claro que Catalunya Banc pueda conseguir la bula", afirman fuentes financieras.
La entidad catalana dispone de un mayor margen de negociación que Novagalicia, para la que no hay subasta programada. El déficit de la gallega en el peor escenario asciende a 7.176 millones de euros. El banco creado por Caixa Galicia y Caixanova tiene en circulación unos 900 millones de euros en participaciones preferentes y otros 1.130 millones en deuda subordinada, de los que 950 se vendieron a particulares. El pliego de condiciones firmado con Bruselas para recibir los hasta 100.000 millones -finalmente, serán entre 30.000 y 40.000 millones, como publicó Cinco Días el pasado 30 de octubre- señala la posibilidad de que las entidades que necesiten apoyo público canjeen sus híbridos por capital o los recompren con "descuentos considerables". Esta última posibilidad parece ahora poco probable; en Bruselas son partidarios de transformarlos en instrumentos que computen como capital.
El problema es que Novagalicia no cotiza y las posibilidades se reducirían a canjear las preferentes y la deuda subordinada por acciones o cocos. Un portavoz de la entidad ha declinado hacer comentarios. De entrada, los particulares no tendrían liquidez, si bien fuentes conocedoras de las negociaciones afirman que el objetivo es buscar una fórmula para que puedan salir. Eso sí, también se les aplicarán quitas: las preferentes tenían el miércoles órdenes a la compra que implican un descuento de hasta el 80% frente al nominal.