La rebaja de Moody's dispara la rentabilidad de la deuda gala a corto plazo
La retirada de la triple A a la deuda soberana francesa por parte de Moody's apenas se ha dejado sentir en el bono a diez años pero sí incide con fuerza en los plazos más cortos. El bono galo a dos años dispara su rentabilidad un 28,4% y el de tres años, el 18%, síntoma de la inquietud que subyace por que Francia sea el próximo foco de la presión hacia la deuda soberana europea.
"El principal motivo detrás de esta rebaja de un escalón a Francia es el riesgo que sufre su crecimiento económico, y por lo tanto sus finanzas públicas, debido a los persistentes desafíos estructurales que afronta el país". La agencia de calificación financiera Moody's ha argumentado así la retirada a la deuda pública gala de la máxima calificación financiera y se hace eco de esta manera de una inquietud que ya ronda por los mercados y que esta mañana se refleja en la rentabilidad de la deuda francesa a plazos más cortos.
El rendimiento del bono francés a dos años se ha disparado del 0,217% al 0,256%, con un avance del 18%, mientras que en los títulos a tres años la rentabilidad sube el 28%, hasta el 0,142%. Son en cualquier caso niveles absolutamente manejables y muy lejanos de los máximo recientes, alcanzados en noviembre de 2011, cuando el bono a dos años se acercó al 2%. La deuda española a ese plazo se paga hoy en el mercado al 3,3%.
La noticia de la rebaja de Moody's apenas tiene efecto en la deuda a diez años, que sirve de referencia para establecer la prima de riesgo. Su rentabilidad sube 3,5 puntos básicos, al 2,108%. Moody's tampoco ha empañado el resultado de la subasta del Tesoro español, que ha superado su objetivo al colocar casi 5.000 millones en letras a 12 y 18 meses.