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Despacho

Olor a mar (en la distancia) en Leaseplan

Ignacio Barbadillo utiliza el deporte como vía de escape.

Trabaja en uno de los sectores más perjudicados por la depresión económica: la automoción. Y, sin embargo, se muestra orgulloso de haber podido mantener la rentabilidad de la compañía desde que asomó la crisis. "El renting evoluciona al mismo ritmo que la economía. Si esta se contrae un 1,5% el año que viene, prevemos que la caída de las flotas gestionadas en España sea del 4% o el 5%", indica Ignacio Barbadillo. Es el consejero delegado de Leaseplan, compañía de renting de vehículos cuyo nivel de facturación (761 millones de euros en 2011) y número de automóviles gestionados (80.000) le sitúan en posiciones de liderazgo en España.

¿Cuál está siendo su respuesta para afrontar este delicado momento? "Afortunadamente empezamos a replantear nuestra estrategia de negocio en 2006. Decidimos que queríamos intervenir en todo lo que le ocurriera al vehículo, estableciendo una relación muy directa con el cliente", señala. La empresa empezó a decirle a los conductores qué talleres eran los mejores, reduciendo así sus costes operativos, "por debajo de los de la competencia". Trabajó en sistemas que facilitaran al máximo al cliente la movilidad en caso de avería, reduciendo el tiempo de inmovilización del vehículo y devolviéndolo al punto deseado. Barbadillo considera clave que su empresa no pierda de vista su misión. "Nos dedicamos a mancharnos las manos de grasa y a cambiar neumáticos. Nuestro objetivo es que el cliente tenga el coche a punto todo el tiempo", subraya.

Ante la congelación y reducción de flotas de las grandes compañías, Leaseplan se fija ahora en las pymes. Es ahí donde hay nuevo mercado. "Se trata de esas empresas que hasta ahora tenían sus propios vehículos, que ellos mismos mantenían. Ahora quieren desentenderse de los costes derivados de las averías que vayan surgiendo".

Hecha de menos, por cierto, que el Gobierno incentive de algún modo un sector que a su juicio es "uno de los grandes dinamizadores del mercado de la automoción". "Conviene recordar que el sector del renting es el mayor comprador de vehículos de este país (en torno al 15% del total), con una flota de unos 500.000 automóviles y que tiene que renovar en torno a 120.000 todos los años".

Barbadillo demuestra conocer perfectamente el sector en el que trabaja, pese a haber desarrollado su carrera en muchos otros. Licenciado en Ciencias Empresariales por la Complutense, consiguió una beca para estudiar un año en EE UU (College Augusta, Ohio). Volvió a España para hacer la mili, de la que finalmente se libró por un problema en una rodilla, y entró en PricewaterhouseCoopers como auditor. Tras un año allí, saltó al departamento de finanzas de Procter & Gamble, donde pasó siete años.

Posteriormente fue director financiero y comercial de Hilti, una compañía de material de construcciones. La dirección de operaciones de Prisacom fue su siguiente destino, y estando allí le llegó una oferta de Leaseplan, donde entró como director financiero. Tres años después fue nombrado consejero delegado, cargo en el que lleva siete años.

Confiesa que el deporte, actividad que asegura practicar a diario, es una de sus vías de escape de la rutina. Prefiere el tenis o pádel por las tardes, aunque los días que no puede, dedica la hora de la comida a correr en un gimnasio cercano a la oficina.

Disfruta también con el cine. "Merece la pena la última película de James Bond solo por los 15 minutos en que sale Javier Bardem", asegura. Ahora está leyendo La tradición de Roma, de Santiago Posteguillo, y un libro sobre el explorador angloirlandés Ernest Shackleton, que participó a principios del siglo XX en varias expediciones al Antártico. "Solo por haber sido capaz de cruzar el mar del Sur en un bote de ocho metros ya debería ser considerado un héroe".

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