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Cree que la UE y la banca deben dejar "de ser parte del problema y ser parte de la solución"

Botín critica que la crisis financiera solo se ha enquistado en Europa

El presidente de Santander, Emilio Botín, fue tajante. El euro y la integración de Europa "no tienen vuelta atrás y son absolutamente imprescindibles". El banquero reclamó la creación de la unión bancaria "para romper el círculo vicioso entre deuda soberana y bancaria". Y criticó a los políticos europeos por la lenta respuesta a los problemas. Afirma que la crisis financiera "se enquista en Europa como en ninguna otra área económica".

Las intervenciones de Emilio Botín no suelen decepcionar, y menos si las pronuncia ante un aforo tan selecto como el que se da cita anualmente en la conferencia internacional de banca organizada por el grupo Santander en la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte, en el que asistieron, además, del Ministro de Economía, Luis de Guindos, el gobernador, Luis María Linde, directivos de la banca española e internacional, de la UE, del BCE o del FMI.

Botín, el banquero más veterano de Europa, defendió ayer Europa, el euro y la unión bancaria. Pese a ello no escatimó en críticas. Subrayó que el euro y la integración de Europa "no tienen vuelta atrás y son absolutamente imprescindibles. Es el mejor plan. No hay plan B".

Se quejó de la lentitud con la que los políticos están abordando la actual crisis que dura ya más de cuatro años. "Las ventajas que nos ha reportado el euro son enormes. Es la única divisa capaz de competir con el dólar como moneda de reserva", aseguró. Pero criticó que una "crisis financiera que nace en EE UU y se extiende por todo el mundo, se enquista en Europa como en ninguna otra área económica". Y mientras que en el resto del mundo han salido o están saliendo de ella "en Europa estamos tardando demasiado. No hemos sido capaces de afrontar con determinación la primera gran crisis desde el nacimiento del euro", declaró, para añadir: "la respuesta no se está correspondiendo con la gravedad de la situación económica y está generando una ola de sentimiento negativo hacia Europa entre los propios ciudadanos, que demandan liderazgo y soluciones".

"Ahora parece claro que toca dar impulso a la unión política y, como parte de ella, a la unión fiscal y bancaria", reclamó. E insistió en que la unión bancaria "es el camino adecuado para romper el círculo vicioso entre deuda soberana y deuda bancaria". Abogó por esta medida "como condición imprescindible para dejar de hablar de crisis y pasar al crecimiento y la estabilidad". Consideró "imprescindible" la unión bancaria, y como ejemplo, citó la experiencia de Santander, primer banco de la zona euro. "Nos ha resultado más fácil expandirnos en Latinoamérica que en Europa, donde con demasiada frecuencia hemos encontrado barreras de todo orden".

Reclamó fortalecer la supervisión y más transparencia para que el criterio de aplicación de las reglas también sea único. Y sentenció: "Europa y la banca tienen que dejar de ser parte del problema y pasar a ser parte de la solución".

El directivo ha asegurado que el proceso de saneamiento del sistema financiero español "es, sin duda, el más intenso de los que se han producido hasta el momento, y eso le permitirá convertirse en uno de los más sólidos del mundo".

Advirtió también de que las "exigencias de Basilea III -las nuevas normas internacionales sobre solvencia y liquidez de la banca- están impactando en el volumen y el precio del crédito bancario y, con ello, en la economía. Es un impacto que tenemos que vigilar y tratar de minimizar".

El banquero optó por lanzar un mensaje europeista sin entrar a desgranar posibles recetas para resolver la crisis por la que atraviesa la economía española. Dijo que la buena cultura bancaria debe estar basada en tres elementos fundamentales: "un gobierno corporativo sólido, una política de riesgos fuerte e independiente que permita anticiparse a los acontecimientos y recuperar los mejores principios y valores de la banca".

Guindos cree que serán necesario menos de 40.000 millones para la banca

El ministro de Economía, Luis de Guindos, también aprovechó el selecto público asistente a la convención organizada por Santander para lanzar varios mensajes, en este caso intentando que fueran positivos. Anunció que las ayudas de capital a la banca española finalmente estarán por debajo de los 40.000 millones de euros, una cifra muy inferior a los 100.000 millones de euros que Europa ha puesto a disposición del sector financiero.El ministro explicó que esto supone que, con menos del 4% del PIB, España habrá recapitalizado las entidades que tenían déficit de capital, según las pruebas de Oliver Wyman.La rebaja de la factura que España reclamará a Europa se debe a una serie de ajustes que están realizando los bancos que han solicitado esta inyección -Bankia, Novagalicia, Catalunya Caixa y Banco de Valencia-, la transferencia de activos al banco malo y la capacidad de captar capital privado. Al final se quedarán en menos de los 40.000 millones previstos en septiembre.Guindos reiteró que la "batalla del euro se juega en España. Es imposible que nuestra economía se recupere si no eliminamos estas dudas e incertidumbres". Y contestó a Botín al señalar que el "esfuerzo" realizado en Europa "empieza a ser visible".

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