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Bélgica y Francia están negociando el reparto de la inyección

El consejo de administración de Dexia confirma que necesita 5.500 millones

El consejo de administración del banco franco-belga Dexia confirmó hoy que la entidad necesita una inyección de capital de unos 5.500 millones de euros, una medida que aún están negociando los Gobiernos de Francia y Bélgica, según publican los medios de este último país.

En la reunión, celebrada para aprobar las cuentas trimestrales del grupo, se ha decidido una importante recapitalización para la entidad cuyos fondos propios se encuentran en negativo, como ya avanzaron los medios belgas a finales de octubre.

En concreto, la entidad en proceso de reestructuración necesitará 5.500 millones de euros que se sumarían a los dos tramos de rescates multimillonarios ya concedidos por Francia y Bélgica a la entidad, según publica el diario flamenco De Morgen.

El reparto de esta inyección de capital está siendo negociada por los Ejecutivos belga y francés, que actualmente tienen cubiertos unos 74.000 millones de la deuda del banco en garantías, la mayor parte de las cuales (un 60%) son asumidos por Bruselas.

Debido a este reparto y a la representación de ambos países en la junta de accionistas de Dexia, Francia sólo estaría dispuesta a aportar un 45% de esos 5.500 millones, por lo que el resto (el 55%) recaería en Bélgica, según De Morgen.

Ambos Gobiernos tienen previsto continuar las negociaciones durante la tarde con objeto de alcanzar un acuerdo para mañana por la mañana, cuando Dexia hará públicas sus cuentas trimestrales.

Las nuevas necesidades de Dexia salieron a la luz después de que el ministro de Finanzas belga, Steven Vanackere, incorporara el tema a la orden del día de un consejo de ministros celebrado a finales de octubre.

Los Gobiernos de Francia, Bélgica y Luxemburgo ya inyectaron 6.400 millones de euros en Dexia durante la crisis financiera de 2008, cuando se puso en marcha un amplio proceso de reestructuración de la entidad. Además, París y Bruselas ofrecieron garantías al banco por valor de 20.000 millones de euros.

En diciembre del año pasado, estos tres países acordaron el segundo plan de ayuda a Dexia, que preveía aportaciones máximas de 45.000 millones de euros.

Esta suma estaba destinada garantizar las necesidades de financiación del grupo en el periodo cubierto por la garantía temporal y reducir la dependencia de una refinanciación por parte de los bancos centrales.

Francia y Bélgica otorgaron nuevas garantías por un valor máximo de 54.000 millones, por lo que el montante total de deuda de Dexia cubierto por ambos países asciende actualmente a unos 74.000 millones.

La situación de Dexia continúa siendo delicada debido principalmente a las importantes pérdidas registradas por la venta de sus filiales en los últimos meses y al alto precio que paga a los Estados para financiar su deuda, estimado en unos 500 millones de euros anuales.

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