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Las entidades aportarán cientos de datos de cada crédito

Bruselas obliga a bancos y cajas a detallar al máximo sus riesgos

El Banco de España ha enviado a las entidades financieras una extensa circular en la que refuerza el papel de la central de información de riesgos (CIR), conforme a las exigencias de la Comisión Europea. Las entidades estarán obligadas a aportar cientos de datos de cada operación crediticia.

Linde anima a la banca foránea a que invierta en el sector financiero
Linde anima a la banca foránea a que invierta en el sector financiero

Uno de los requisitos de Bruselas para inyectar los hasta 100.000 millones de euros para tapar los agujeros del sistema financiero español -que finalmente se quedarán por debajo de los 40.000 millones estimados por el ministro de Economía- es "perfeccionar los mecanismos de identificación de riesgos y de gestión de crisis".

Así consta en el pliego de condiciones que el Gobierno firmó con el Eurogrupo y al que España dará respuesta primero con una Orden Ministerial y después con una circular del Banco de España, que acaba de ser remitida a las entidades financieras.

Fuentes conocedoras de la modificación explican que el objetivo es reforzar el papel de la central de información de riesgos (CIR), un organismo que fue creado en 1962 para unificar los datos sobre eventuales peligros de las operaciones de crédito de los bancos, las cajas y el resto de entidades de crédito. Su funcionamiento ha sido reformulado con sucesivas órdenes ministeriales, de 1971, 1984 y 1990 y 2004.

La nueva norma que propone el Banco de España, y que estará en periodo de consultas hasta el 14 de diciembre, es muy extensa y detalla punto por punto la información que las entidades deben comunicar a la CIR.

El proyecto de circular consta de 198 páginas, cuando la norma actualmente en vigor tiene tan solo 12 páginas. En la inminente regulación se detallan a modo de cuestionario todo tipo de cuestiones que las sociedades obligadas a declarar han de consignar, como los inmuebles en construcción, su grado de terminación, fecha estimada para su finalización y su valor contable, entre muchas otras cuestiones.

Límite mínimo

Uno de los cambios sustanciales respecto a la anterior regulación es que, ahora, las entidades financieras deberán ofrecer mucha más información sobre las operaciones crediticias con un importe inferior a 6.000 euros. En estos supuestos, se deberá especificar si se trata de un descubierto, un anticipo de nómina o un pago con tarjeta de crédito.

El grado de detalle es tal, que desde las divisiones de riesgos de varias entidades financieras consultadas aseguran que tardarán bastante tiempo en recabar toda la información requerida.

Así, en el caso de préstamos con garantía hipotecaria, los bancos deberán enviar a la CIR si en la última tasación del inmueble hipotecado se ha realizado una visita al mismo, o si el edificio tiene un uso polivalente o, en cambio, tan sólo puede destinarse a una sola finalidad por sus características estructurales.

Con esta profusa información se espera conocer mejor el nivel de riesgo del conjunto del sector y evitar el exceso de facilidades de financiación que tuvo el sector promotor. Así, cuando la banca envíe datos sobre terrenos urbanizables, deberán explicar si el terreno tiene una conexión con la trama urbana de la ciudad o si requiere de la construcción de nuevas infraestructuras. Esta petición, que podría parecer excesiva, se justifica por la existencia de planes urbanísticos que nunca llegaron a ponerse en marcha y que han dejado teóricas zonas urbanizables en mitad de terrenos rústicos.

El 'banco malo', también bajo la lupa de Linde

La todavía nonata Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) estará obligada a enviar mensualmente toda la información de riesgos a la central de información de riesgos del Banco de España (CIR). Lo hará al igual que las entidades financieras (bancos, cajas y cooperativas), los establecimientos financieros de crédito, las sucursales en España de entidades de crédito extranjeras, las sociedades de garantía recíproca y las sociedades de reafianzamiento. Esta es una de las novedades del proyecto de circular, puesto que Sareb, pese a tener la fórmula jurídica de sociedad anónima, estará bajo el control directo del supervisor que dirige Luis María Linde.Fuentes financieras señalan que es lógico que el denominado banco malo informe también al registro de riesgos, puesto que acumulará activos de todo tipo, entre ellos adjudicados (viviendas, suelo y promociones en construcción), préstamos y créditos a promotores inmobiliarios y participaciones empresariales de control vinculadas al sector del ladrillo. Sareb, que tendrá un balance máximo de 90.000 millones de euros, también abre la puerta a acoger otro tipo de activos en el futuro, como créditos al consumo.Sareb deberá contar con accionistas estables antes de que entre en funcionamiento, a lo largo del actual mes de noviembre. También deben informar al CIR -ya tenían que hacerlo- el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), la Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraria (Saeca) y el propio Banco de España. La CIR tiene dos objetivos. Primero, proporcionar información a las entidades financieras sobre la solvencia de sus potenciales clientes. Y segundo, "permitir al Banco de España el adecuado ejercicio de sus competencias, en particular las de supervisión e inspección".

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