Hacienda, los liberados sindicales y la huelga
El Ejecutivo ha optado por minimizar el ajuste entre los liberados sindicales tras varias reuniones tensas. CC OO y UGT creen que el rechazo de C-SIF a la huelga del 14-N tiene que ver con esta decisión.
Más de 1.200 liberados sindicales de la Administración General del Estado y más de 1.500 de las administraciones autonómicas tuvieron que reincorporarse hace un mes a sus puestos de trabajo y abandonar sus tareas de representación, como efecto de los recortes decretados en julio por el Gobierno para garantizar la estabilidad presupuestaria.
Esta reincorporación supuso la primera fase de un recorte total de 6.000 liberados sindicales del sector público. En concreto, los planes del Gobierno es que sólo en la Administración General del Estado se pase de poco más de 3.000 a algo más de 1.000 liberados.
Así, tras la citada reincorporación, las cúpulas de las federaciones de servicios públicos de los sindicatos de la función pública se pusieron a negociar con la Secretaría de Estado de Administraciones Públicas cuál sería el recorte concreto en el número de delegados en la Administración General del Estado.
Tras varias reuniones que terminaron en desacuerdo, el pasado lunes 29 de octubre las partes llegaron a un principio de acuerdo que, en palabras de los dirigentes de CC OO consultados por Cinco Días, "trata de minimizar los recortes de julio".
Fuentes sindicales explicaron que este acuerdo "mejoraba en algo" la propuesta inicial de Administraciones Públicas que ofrecía mantener sólo al 30% de los liberados. Así este avance en el caso de la Administración General ha supuesto pasar de mantener unos 900 liberados a menos de 1.400, según estas mismas fuentes.
Esta circunstancia y otro acuerdo firmado el 25 de octubre entre CC OO, UGT, CSI-F, USO y CIG y la secretaría de Estado de Administraciones Públicas para abrir varias mesas de negociación ha llevado a la ruptura de la unidad sindical en el sector ante la próxima huelga general ya convocada para el próximo 14 de noviembre.
Así, el sindicato mayoritario de funcionarios CSI-F se ha desmarcado oficialmente de esta convocatoria de huelga, lo que ha sido interpretado desde el resto de sindicatos como "el pago por haber mejorado algo el número de liberados que se mantendrán; así como otras promesas para las mesas de negociación".
Desde CSI-F se niega esta acusación y reprochan que el resto de sindicatos critiquen la actitud de la central de funcionarios, aunque posteriormente firmen el acuerdo y se beneficien de la aminoración del recorte de liberados.
En cualquier caso, con esta operación que ha supuesto el descuelgue del CSI-F, Hacienda ha conseguido frenar en parte la adhesión de más de dos millones de funcionarios a la huelga del 14-N. Así, a pesar de que los recortes -sobre todo la supresión de la paga de Navidad- en todo el sector público supondrán un claro acicate para el paro, la desunión que se ha abierto entre los sindicatos puede favorecer la desmovilización y beneficiar al Ejecutivo.