Terremoto en UBS: jibariza del negocio de renta fija y despide a 10.000 banqueros
Revolución en el mayor banco suizo. UBS ha confirmado hoy lo que los medios venían apuntando: despedirá a 10.000 banqueros y trabajadores y reducirá a la mínima expresión el área de renta fija, golpeada duramente por la crisis financiera desde 2008. La entidad financiera perdió 2.178 millones de de francos (1.797 millones de euros) en el trimestre, y 920 millones (761,5 millones de euros) en los nueve primeros meses del año.
UBS se replegará hacia negocios más seguros como la gestión de activos y la banca privada (en el que es la segunda potencia mundial) y reducirá a la mínima expresión la unidad de banca de inversión. El mayor banco suizo ha anunciado hoy que va a abandonar posiciones en el negocio de renta fija, que tantos disgustos le ha dado desde 2008 (no en vano, la crisis de las subprime hizo que el el Estado helvético tuviese que rescatar la entidad en octubre de ese mismo año). La unidad de renta fija conservará, al menos, los negocios de consultoría, divisas y metales preciosos.
La entidad financiera espera así ahorrar hasta 3.400 millones de francos suizos (2.979 millones de euros) en costes adicionales a finales de 2015 al reducir su plantilla de 63.745 a 54.000 personas, según anunció la compañía en un comunicado. Otro de los objetivos pasa por lograr un ROE (rentabilidad sobre recursos propios) de al menos el 15%.
Y es que no está siendo un buen año para el banco suizo. Sus pérdidas alcanzaron los 2.172 millones de francos suizos en el tercer trimestre del ejercicio (es decir, 1.797 millones de euros). UBS había registrado hace un año un beneficio de 1.020 millones de francos (844,1 millones de euros). Buena parte de estas pérdidas se deben al saneamiento de unos 3.100 millones de francos suizos (2.565 millones de euros) en el fondo de comercio y en otros activos no financieros. En lo que va de año, los números rojos acumulados alcanzan los 920 millones (761,5 millones de euros).
La reestructuración anunciada hará que el banco incurra en unos costes extraordinarios de 3.300 millones de francos (2.730 millones de euros).