Popular no prevé dar entrada a otros accionistas de referencia
El banco espera completar su ampliación de capital antes del 6 de diciembre y finalizar este año su saneamiento inmobiliario
Popular cerró los nueve primeros meses del año con un beneficio atribuido de 251,1 millones de euros, con una caída del 37,8%. Como el resto de sus competidores, las fuertes dotaciones que ha tenido que realizar por el crecimiento de la morosidad, y sobre todo para sanear su riesgo inmobiliario tras las exigencias de los decretos de Economía, han llevado al banco a destinar 3.869 millones a provisiones. Pese al esfuerzo, Popular tiene aún una dura travesía para concluir su objetivos de saneamiento.
El director general corporativo y financiero de Banco Popular, Jacobo González-Robatto, aseguró el viernes en la presentación de resultados que la entidad debe aún dotar 4.900 millones de euros para cumplir con el 100% de los requerimientos de los dos decretos sobre saneamiento del sector inmobiliario. Solo ha cubierto el 35%, pero, pese a tener dos años para realizar estas dotaciones, el grupo insiste en que adelantará todo el esfuerzo a este año para llegar a 2013 con un banco totalmente saneado.
El banco ya ha cargado contra capital 2.600 millones que se sumarán a los 900 millones que realizará a finales de año, y le quedan otros 4.000 millones que los cargará contra resultados, razón por la que en 2012 presentará pérdidas de 2.200 millones. Popular tiene una tasa de morosidad del 7,81%, y cree que los impagados seguirán subiendo. El reto es dotar 9.300 millones entre este año y el que viene como se ha comprometido en su plan de negocio, aunque el grueso se hace en este ejercicio.
El banco, cuya principal lacra es su riesgo inmobiliario, asegura que con los saneamientos que está llevando a cabo la entidad soportaría una escalada de la mora de promotores hasta el 78%, en empresas hasta el 15% desde el 9% actual, y en particulares que se duplique en 2013. "Las provisiones son 10 veces mayor de lo que hace un banco comercial del mismo tamaño en Europa", declaró Robatto.
Pese a las fuertes provisiones que debe realizar el banco aún, lo que le ha llevado a aprobar una ampliación de capital por 2.500 millones tras suspender el examen de Oliver Wyman, el grupo ha batido su récord de captación de pasivo en un mes y confía plenamente en el éxito de su recapitalización sin ayudas y sin caer bajo la órbita de otra entidad. También descarta la entrada de nuevos accionistas de referencia.
"No nos parece moralmente aceptable pedir ayudas públicas", sentenció Robatto. Esta declaración no solo iba dirigida contra una hipotética entrada de capital público en el banco, sino también en el caso de embarcarse en la compra de otras entidades. "Las adquisiciones las hacemos a pulmón, con recursos propios", presumió el ejecutivo. Y añadió que Popular analizará "oportunidades". Según el calendario que maneja el banco la ampliación de capital estará completada antes del 6 de diciembre, tras lanzarse el 13 ó 14 de noviembre. Y antes, en la junta extraordinaria del 10 de noviembre, se anunciarán los descuentos sobre los nuevos títulos.
Aseguró que "salvo mayores catástrofes" la ampliación será un éxito. Explicó que esta inyección de fondos será suscrita en un 25 % por el consejo del banco, mientras que el 75 % restante "estará asegurada al 100 % por un grupo numeroso de bancos de inversión". Popular espera que la red de oficinas capte un 60% de la ampliación.
Como lo hizo un día antes Santander, Popular también reconoce que la debilidad de las cajas le ha beneficiado. Y también urge al Gobierno a iniciar las subastas de las cajas nacionalizadas.
En solo un mes, septiembre, el banco captó 8.474 millones en depósitos y 11.862 nuevos clientes. Eso sí, el crédito ha caído ligeramente en el trimestre, pero su objetivo es volver a crecer al cierre de año.