_
_
_
_
Carlos Vicente, director de asuntos corporativos para España y Portugal de Monsanto

"España es clave para el negocio hortícola de Monsanto"

La compañía de agricultura tiene cuatro centros de investigación en España para cultivos hortícolas pero los retrasos en la aprobación de productos en la UE impiden la inversión en biotecnología para la zona.

La posición española dentro de la compañía agrícola Monsanto se ha visto favorecida gracias a las compras, en los últimos años, de las empresas especializadas en productos hortícolas Seminis y De Ruiters. La compañía invirtió durante el ejercicio fiscal 2011-2012 "un 16,1% de la facturación lograda en España en investigación en el país, un porcentaje muy relevante", explica Carlos Vicente. Es decir, Monsanto facturó en España 67,2 millones de euros y dedicó a la I+D en el país 10,8 millones.

Pregunta. Dice usted que es una cantidad de inversión importante en España ¿Cuánto invierte Monsanto a nivel mundial?

Respuesta. A nivel global, se invierte un 11% de la facturación en I+D, un total de 1.517 millones de dólares (1.176 millones de euros) sobre una facturación de 13.516 millones de dólares (10.482 millones de euros). Esta cantidad ya representa un incremento de la dedicación a investigación del 9,5% respecto de 2010.

P. ¿Por qué el porcentaje de gasto es mayor en España?

R. Es mayor porque hay cuatro centros de investigación en el país, tres en Almería y uno en Murcia. Los cuatro están en el área de hortícolas.Se realizan más labores de investigación en el propio campo. Por eso la inversión es tan potente.

España es un país clave en la producción de hortícolas, no sólo desde el punto de vista de consumo interno sino también para la exportación. Hacemos investigación para productos que se cultivan en España pero que revierten en el comercio internacional.

Pero los hortícolas no son el único negocio de Monsanto en España. Además, tenemos el negocio de semillas para cultivos extensivos y los productos de protección de cultivos, los herbicidas.

P. La compañía realiza modificaciones biotecnológicas en cultivos, conocidos como productos transgénicos, con mucha oposición entre parte de la opinión pública. ¿Cómo afecta esto a la labor de Monsanto?

R. Quiero puntualizar que, en el área de hortícolas, no trabajamos en biotecnología. Trabajamos en mejora convencional de los cultivos, con tecnología muy avanzada pero ahí no hay una modificación genética. En los cultivos extensivos, si estamos en el área de biotecnología. Sin embargo, estamos fuera de la Unión Europea desde el punto de vista de cultivos. Sólo comercializamos el maíz resistente al taladro.

P. ¿Por qué no hay más? ¿No lo permite la regulación?

r. Europa tiene el sistema regulatorio más exigente a nivel mundial pero no se pone en práctica. El retraso en las aprobaciones de nuevos productos cada vez es mayor.

P. ¿Por qué?

r. Porque se hace un enfoque ideológico en vez de científico de la biotecnología. Esto lleva a que Europa se esté quedando retrasada respecto de otras zonas del mundo. Pero es Europa la que tiene que decidir cuál es la vía que quiere tomar.

P. ¿Estos retrasos no echan para atrás a Monsanto para desarrollar su actividad en Europa?

R. Como compañía desarrollamos inversiones en biotecnología en aquellos países donde hay un apoyo notable por parte de los agricultores, por parte de los Gobiernos, donde los sistemas regulatorios están claramente establecidos porque nos permite tener negocio estable.

En Europa tenemos un negocio exitoso de semillas convencionales y de protección de cultivos y nos adaptamos a sus peculiaridades normativas. Pero no hacemos inversiones en biotecnología específicas para estos países por estas razones. En otras zonas del mundo sí hacemos esas inversiones específicas. Los agricultores de esos países se benefician del valor que aportan estas tecnologías y desgraciadamente para la agricultura europea y española, ellos operan en una situación de mayor competitividad.

Archivado En

_
_