Inmobiliaria Chamartín propondrá en junta medidas para evitar el concurso
Los dos administradores mancomunados de Inmobiliaria Chamartín han decidido marcar en rojo dos fechas del próximo mes de noviembre: el 28 y el 29 en primera y segunda convocatoria para celebras una junta de accionistas extraordinaria con la que se intenta adoptar medidas suficientes para estabilizar la estructura financiera de la compañía y evitar la entrada en concurso de acreedores.
Los responsables de la inmobiliaria han decidido someter a la aprobación de los accionistas una reformulación de las cuentas de 2011, que la junta ordinaria de la compañía aprobó en junio de 2012.
Fuentes de la empresa declinaron hacer comentarios a CincoDías sobre los detalles de esta reformulación. y sobre todos los demás puntos del orden del día. Solo admitieron que empresa ha decidido afrontar una ampliación de capital de cinco millones de euros.
En conexión directa con la reformulación de cuentas citada, los accionistas que acudan a esa junta extraordinaria tendrán que decidir también sobre si aprueban o no unas nuevas cuentas de la compañía cerradas a 31 de agosto de 2012, "que deberá servir ?según asegura el texto de la convocatoria de la junta? de base al acuerdo de reducción de capital por pérdidas".
El orden del día de la junta contiene además otras dos medidas que persiguen estabilizar la situación de la empresa.
A los accionistas se les pedirá autorización para poder aplicar las reservas voluntarias y legales y la prima de emisión a compensar las pérdidas acumuladas.
Y después deberá dar luz verde a una operación acordeón ?reducción y ampliación simultánea del capital?, que primero llevará el capital social a cero euros y después se ampliará en los citados cinco millones, "para el reequilibrio patrimonial de la sociedad".
En paralelo, los administradores se comprometen a dar información sobre la situación real de la compañía y a someter a la deliberación de los accionistas "las medidas a adoptar".
Una situación financiera compleja ya en 2010
A falta aún de conocer las verdaderas cifras del balance y la cuenta de resultados con las que cerró Inmobiliaria Chamartín el ejercicio de 2011, y que en realidad parece ser la que ha determinado la necesidad de convocar una junta extraordinaria, la foto fija de la empresa presidida por Carlos Cutillas reflejaba 1.243,4 millones de deuda en 2010. Ese año perdió 157 millones y tenía fondos propios negativos por 308 millones. Entre 2009 y 2010 el negocio de la compañía cayó más de la mitad, pasando de facturar 451 millones a 215 en 2010. En esas cuentas explicó que un total de 1.308,3 millones de préstamos con entidades de crédito están garantizados y admitía que a 31 de diciembre de ese año incumplía algunas de las condiciones acordadas con las entidades financieras a la hora de conceder el préstamo.