La labor en la sombra de los 'hombres de negro'
Empezaron a aterrizar el pasado lunes -los primeros en tomar tierra en Madrid fueron la comitiva integrada por los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI)-, pero la llegada del resto de los integrantes de la troika, los representantes de la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE), se producirá de manera escalonada en los próximos días. Son los conocidos como hombres de negro, un término acuñado por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en una clara evocación a las diferentes entregas de la taquillera Men in Black.
Pero, en este caso, la misión de este temido grupo de enviados no será dar cazo a malvados extraterrestres que quieren destruir la Tierra sino certificar si España está cumpliendo las exigencias para acceder a los fondos de la Unión Europea (UE). De su dictamen dependerá, por tanto, los siguientes movimientos que se le pedirán al Ejecutivo español.
Durante su estancia de diez días, los miembros de la troika realizarán un profundo seguimiento del Memorándum de Entendimiento del rescate a la banca (conocido como MoU), analizarán los planes de recapitalización presentados por las entidades con déficit de capital y, por último, calibrarán el perímetro del banco malo y cuál será el precio al que se transfieran los activos inmobilarios que se integrarán en esta nueva sociedad. En este último punto, de hecho, parece haber bastantes discrepancias entre las pretensiones de la troika frente a las de Economía y el Banco de España.
Al margen del sector financiero, también abordarán la situación macroeconómica del país y el punto en el que se encuentran los últimos ajustes y reformas aprobadas por el Gobierno de Mariano Rajoy.
En la frenética ronda de reuniones que tiene programada para esta visita, la troika mantendrá contactos con organismos públicos, como el Banco de España o representantes del Ministerio de Economía; con las propias entidades financieras -se prevén encuentros con los 14 grupos que se han sometido a los test de estrés realizados por la consultora Oliver Wyman-; con los servicios de estudios de los grandes bancos con el objetivo de sondear sus expectativas económicas; diferentes asociaciones privadas en calidad de asesores externos, como Funcas o Fedea; o con la Asociación Española de Banca (AEB) y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA).
Tamaño de las comitivas
En anteriores viajes a España, cada delegación del FMI ha estado representada por algo más de una decena de personas, aunque lo crucial de la situación actual, con la inminente petición del Gobierno español del rescate de la deuda como telón de fondo y la próxima inyección de dinero público en las entidades nacionalizadas -se prevé que en noviembre se empiecen a recibir las primeras ayudas europeas-, podría haber obligado a aumentar el tamaño de las comitivas de expertos.
El perfil de los miembros de estas delegaciones es de técnicos, originarios muchos de ellos de países del Norte de Europa, y desconocidos para la gran mayoría del público. En su periplo por Madrid, por tanto, podrían pasar desapercibidos. Desde luego, no serán reconocidos por su vestimenta (a pesar del calificativo de "los hombres de negro" suelen vestir trajes en tonos grises, azul marino con rayas diplomáticas o incluso claros en épocas estivales) ni tampoco llamarán la atención por ir acompañados de grandes medidas de seguridad. Algunos de ellos incluso han optado en sus visitas a otros países rescatados, como Grecia, Portugal e Irlanda, por renunciar a los coches oficiales y desplazarse a pie por las ciudades.
A este anonimato de los protagonistas se añadirá la discreción con la que intentan llevar siempre las autoridades españolas este tipo de encuentros.
El Banco de España, por ejemplo, cuenta con una puerta de entrada en un lateral de la calle Alcalá que comunica, sin necesidad de pasar por los controles habituales, con la planta en la que está ubicado el despacho del Gobernador. Un exclusivo acceso reservado solo para los visitantes más ilustres.