Cinco productos al 5%
Las necesidades de liquidez de la banca y el fin de la penalización a los depósitos de alta rentabilidad han reavivado la guerra del pasivo.
En los últimos meses, conseguir una rentabilidad del 5% sin asumir demasiados riesgos era prácticamente una utopía. La Ley Salgado, que penalizaba a los depósitos de alta rentabilidad con aportaciones extraordinarias al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), se convirtió en un freno para las entidades financieras, que redujeron considerablemente los tipos de interés de sus imposiciones a plazo fijo y optaron por captar clientes con otros instrumentos como los pagarés o, incluso, los bonos para minoristas. Sin embargo, a finales del mes de agosto el Gobierno decidió suprimir este coto al considerar que no había logrado el efecto perseguido (poner fin a la guerra del pasivo ante el temor de que dañara el margen financiero de la banca y recabar fondos adicionales para el FGD).
Con este telón de fondo, la lucha por captar clientes y frenar así las salidas de depósitos continúa. Y esta vez lo hace por todo lo alto. Las suculentas rentabilidades han vuelto al terreno de juego con productos que dan tipos de interés cercanos al 5%. Y es que las necesidades de liquidez de los bancos siguen siendo el denominador común. En septiembre, la deuda de la banca española con el Banco Central Europeo (BCE) descendió un 2,8% respecto al mes anterior por primera vez desde junio del año pasado. Con todo, la apelación al BCE sigue rozando los 400.000 millones.
En este contexto, y tal y como informan desde el portal de finanzas personalesHelpMyCash.com, un claro ejemplo es el Depósito 30 Aniversario de Banco Mediolanum, que remunera un 5% TAE (Tasa Anual Equivalente) a un plazo de seis meses para nuevas aportaciones. Eso sí, esta rentabilidad solo se podrá obtener si se contrata simultáneamente un producto gestionado por la entidad. El capital mínimo son 2.000 euros y el máximo son 100.000 euros. Este depósito, que se puede solicitar hasta el 31 de diciembre, no permite aportaciones adicionales ni cancelaciones parciales.
Liberbank también cuenta con una oferta muy competitiva. La entidad, que hace unos días vio como se rompía su proyecto de unión con Ibercaja y Caja3, ofrece un depósito a 12 meses que da una rentabilidad del 4,75%_TAE a todo aquel que disponga de un capital de 60.000 euros. La liquidación de intereses se produce de manera mensual y está enfocado a captar dinero procedente de otras entidades financieras.
Por su parte, Banco Espírito Santo, dentro de su habitual abanico de ofertas de productos, comercializa un depósito a un año que remunera un 4,60% para importes mínimos de 50.000 euros. Los intereses se abonan a vencimiento, está dirigido a dinero nuevo y se puede contratar por internet o en las oficinas de la entidad.
Sin embargo, no solo de depósitos viven los bancos. Las cuentas nómina también se han convertido en una herramienta para atraer al público. Aunque muchas entidades optan por premiar a los clientes con regalos, devolución de un porcentaje de los recibos o descuentos en algunas tiendas, también hay quien decide dar altas rentabilidades. Bankinter, sin ir más lejos, ofrece un interés del 5% TAE durante el primer año a todos los clientes nuevos que contraten su Cuenta Nómina y del 2% el segundo. Además, no tiene comisión de mantenimiento y las transferencias nacionales por internet son gratuitas, así como la tarjeta de crédito o de débito. La permanencia obligatoria son dos años, el saldo máximo a remunerar son 5.000 euros y es necesario disponer de una nómina superior a 1.000 euros.
Esta misma entidad vende InverPlus 90/10 IV, un seguro de ahorro que invierte un 90% del capital en un depósito a plazo fijo al 5% a un año y un 10% en un depósito estructurado autocancelable a cinco años con un cupón del 7% de rentabilidad anual acumulable referenciado a la acción de Banco Santander. La diferencia principal entre esta inversión financiera y un depósito es que InverPlus incorpora un seguro de vida.
Los pagarés, de capa caída
En este escenario, el repentino auge que vivieron los pagarés al aprobarse la penalización a los depósitos de alta rentabilidad queda ya lejos. Durante varios meses, la banca encontró en este producto una vía para captar liquidez y combatir la falta de financiación provocada por el cierre de los mercados mayoristas esquivando, de paso, el coto del Gobierno. Sin embargo, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no tardó en reprender a la banca por comercializar pagarés entre sus clientes como si fueran depósitos, ya que carecen del respaldo del FGD. Además, no hay que olvidar que si se contrata un pagaré y el capital invertido se necesita antes de lo previsto hay que ponerlo a la venta en el mercado secundario al precio de ese momento.
Las claves
- Rentabilidad: Antes de contratar un determinado producto es necesario comparar su rentabilidad con el tipo de interés que ofrecen otras opciones. La deuda pública, entre otras, puede convertirse en una alternativa atractiva a la hora de rentabilizar el dinero.- Plazo: Hay que tener en cuenta el plazo exigido por la entidad ya que suele ser habitual que algunos productos tengan penalización en caso de cancelación anticipada.- Importe: Algunas entidades ofrecen rentabilidades muy atractivas pero a veces es a cambio de importes muy elevados, por lo que es necesario tener en cuenta la capacidad del ahorrador para depositar esa cifra.- Vinculación: En algunas ocasiones, los bancos exigen una determinada vinculación del cliente para poder contratar un producto. En este caso hay que valorar si es rentable perder los beneficios que ofrecen otras entidades.- Garantía: A la hora de decantarse por un producto, es absolutamente imprescindible saber si está respaldado por el Fondo de Garantía de Depósitos.