China, Europa y el Banco Mundial se alían contra Wall Street
Cierre en negativo al otro lado del Atlántico. La revisión de las previsiones del crecimiento en China para este año por el Banco Mundial, el desaguisado en la zona euro y los temores ante el inicio de la temporada de resultados en Estados Unidos han provocado pérdidas en los tres principales índices de Wall Street. El Dow Jones ha caído un 0,20%; el S&P 500, un 0,35%; y el Nasdaq, un 0,76%.
En Wall Street han sido incapaces de encontrar motivos para comprar. Desde la apertura a las 15.30 (hora española), se han impuesto las órdenes de venta al otro lado del Atlántico. ¿Por qué? Razones hay varias. La primera corrió a cargo del Banco Mundial, que ha rebajado al 7,7%, desde el 8,2% estimado en mayo, su previsión de crecimiento anual sobre China debido a la débil demanda a sus exportaciones y al descenso del crecimiento de la inversión en la potencia asiática. Las Bolsas de todo el planeta han sufrido las consencuencias.
También el guirigay que sufre la zona euro, patente en la reunión que todavía celebra hoy el Eurogrupo (los ministros de Economía de la zona euros), ha añadido incertidumbre a los índices estadounidenses. ¿Está dispuesta de verdad Alemania a poner orden en las primas de riesgo de algunos países de la zona euro? El ministro germano de Finanzas, Wolfgang Shäuble, dice ahora que cree en el Gobierno español cuando dice que no necesita un rescate... Precisamente ahora, que Rajoy parecía ya convencido de su necesidad. Los inversores ya no saben qué pensar.
Así, sin ningún dato macroeconómico relevante al otro lado del Atlántico, los inversores han preferido recoger beneficios. El Dow Jones ha caído un 0,19%, hasta 13.583,65 puntos; el S&P 500, un 0,35%, hasta 1.455,88; y el Nasdaq, un 0,76%, hasta los 3.112,35.
El mercado espera la temporada de resultados, que comienza mañana de la mano de Alcoa: como siempre. Los analistas estiman que su beneficio por acción en el tercer trimestre del año fue inexistente. Las cifras se conocerán tras el cierre, pero su impacto suele ser notable. Habrá que estar pendiente de saber si el productor de aluminio está a la altura de las circunstancias.