Vestas suspende su producción en Soria y reduce la de Daimiel
El fabricante de aerogeneradores Vestas paró ayer la producción de su planta soriana de sistemas de control de âlvega (Soria) y ha reducido la capacidad de producción de la fábrica de palas ubicada en Daimiel (Ciudad Real), según comunicó ayer la compañía.
Esta medida afecta a un total de 246 trabajadores, entre ellos los 96 empleados de la planta de Soria y el 30% de los 500 empleados de las instalaciones de Daimiel. Vestas informó de esta decisión ayer lunes a la representación legal de los trabajadores de las plantas de âlvega y Daimiel y a los mismos empleados. Con los representantes se iniciará a partir de ahora un proceso de negociación, según detalló la compañía. Vestas espera que estas conversaciones "transcurran de la mejor forma posible" y que el proceso esté "basado en el diálogo".
Esta decisión se produce como consecuencia de un "proceso de ajuste de capacidad de producción a nivel global con el objetivo de adaptarse a la demanda actual y al nivel de actividad previsto para los próximos años". Además, Vestas intentará "reducir sus costes fijos" para "mejorar su competitividad a largo plazo".
Además de las dificultades en el sector, la empresa asegura que, en el caso de España, "la situación de incertidumbre regulatoria y el actual entorno económico en España de los últimos años ha afectado en gran medida al desarrollo de la eólica". "La decisión tomada ha sido realmente difícil, pero necesaria a la hora de ajustarse a la demanda, reducir costes y devolver la rentabilidad a Vestas", afirma la compañía en un comunicado.
La empresa también aprovechó para advertir que "no puede garantizar" que en la fábrica de piezas para aerogeneradores de Villadangos del Páramo (León), con unos 550 empleados, se puedan renovar todos los contratos temporales, el 9% de la plantilla.
Parón en España
En lo que va de año, en todo el mercado nacional casi no han entrado nuevos pedidos de aerogeneradores. En 2011, los pedidos fueron de menos de 100 megavatios (MW) y los de 2010 no superaron los 220 MW frente a una media de 1.500 MW los años anteriores.