Monti descarta ayudas a Fiat y niega que la empresa las pida
El primer ministro italiano y miembros de su Gabinete se reunieron durante cinco horas con Sergio Marchionne
El primer ministro de Italia, Mario Monti, descartó ayer brindar ayudas a Fiat, que ha amagado con abandonar Italia si no obtiene ayudas públicas, y negó que la empresa las solicitara en una reunión que mantuvo el pasado sábado.
Monti se refirió indirectamente a Fiat en el marco de la Conferencia Internacional sobre Reformas Estructurales en Italia, con el responsable de la OCDE, Ángel Gurría.
El sábado por la noche se celebró una reunión entre los responsables de la empresa turinesa, entre ellos, el consejero delegado Sergio Marchionne y su presidente John Elkann, y varios ministros del Gobierno, encabezado por Mario Monti, de la que surgió un documento que no despeja las dudas sobre el futuro de la compañía.
El presidente del Gobierno italiano aseveró que la reunión fue un encuentro "largo y profundo, entiendo que quien tuvo que esperar fuera se haya montado una película pensando en ayudas y en mandar al paro temporalmente a los operarios, unas peticiones que no han sido solicitadas".
Según el comunicado del encuentro, Fiat explicó al Gobierno sus estimaciones sobre la marcha del mercado y subrayó que "ha invertido 5.000 millones de euros en sus cinco fábricas italianas durante los últimos tres años". Fiat también manifestó su compromiso "de salvaguardar la presencia industrial del grupo gracias a la seguridad financiera que deriva de sus actividades financieras extra-comunitarias". Fiat apuesta por dar mayor importancia a la exportación a mercados no europeos, indicó.
A cambio de ello Monti ha prometido la búsqueda de una solución para reforzar la competitividad de la empresa, quizá a través de otorgar facilidades a las exportaciones.
Recientemente, el grupo Fiat señaló que el plan industrial conocido como Fabbrica Italia que impulsó en 2010 y que tenía como objetivo fortalecer y modernizar la red de producción italiana ha quedado obsoleto por la crisis europea del mercado automovilístico de los últimos dos años, que ha llevado al mercado italiano a niveles de los años setenta.
Además, Marcchione señaló que las ventas de coches en Europa descenderán por quinto año consecutivo y que en el mercado europeo se venderán cerca de 1,7 millones de coches menos que en 2012.
Fiat ha examinado la posibilidad de trasladar la empresa a países como Serbia o Brasil, donde además de reducir costes, podría recurrir a ayudas públicas.