Going Green se quedará con el 80% de la producción de su fábrica el primer año
A mediados de octubre entrará en funcionamiento la fábrica que Going Green está montando en Barcelona para producir su propia moto eléctrica y cuya inversión alcanza los cuatro millones de euros. Las primeras unidades, por su parte, llegarán al mercado en noviembre.
Gonzalo Alonso, consejero y director general de la empresa, declara que la producción de la factoría, prevista para 5.000 unidades anuales, está colocada el primer año, pues el 80% de las motos se las quedará la propia Going Green para desarrollar proyectos de moto sharing en una treintena de ciudades europea.
Este año se montarán dos de estos servicios, uno en Barcelona y el otro en una ciudad fuera de España que todavía se está negociando. En España serán cinco las ciudades elegidas además de algunas islas. La puesta en marcha de estos servicios de alquiler de motos eléctricas por periodos cortos de tiempo acaparará la producción de la factoría catalana en los primeros años.
Alonso considera que en los tres primeros años, ocho de cada diez unidades se destinarán a este negocio, bien para la propia Going Green o para terceras empresas. El 20% restante se venderá entre clientes particulares. Una tendencia que irá invirtiéndose hasta darse la vuelta a partir del tercer año, cuando el 80% de la producción irá a clientes particulares y el resto a los servicios de moto compartida.
El directivo explica que las motos diseñadas y fabricadas por Going Green están adecuadas para este tipo de servicios, pues cuentan con un software desarrollado por la empresa española que permite controlar a distancia cualquier unidad. Se puede establecer límites de velocidad, conocer los kilómetros recorridos, saber si se está produciendo algún fallo mecánico o, incluso, impedir que se baje del caballete.
Going Green ha apostado por una moto netamente europea y en buena medida española, por lo que la mayoría de los componentes, incluida la batería, son fabricados por empresas europeas. Con un precio entre 2.500 y 3.000 euros, las ventas se destinarán en un 20% a España, el 40% al norte de Europa y el resto a Suramérica.
Un único control en Madrid
Los servicios de moto sharing o alquiler por periodos cortos de tiempo que Going Green planea montar en 30 ciudades europeas se controlarán desde un único centro ubicado en Madrid que podrá conocer dónde y cómo está cada una de sus motos sin importar dónde presten el servicio.Eso sí, en cada una de las plazas dispondrán de un servicio de mantenimiento que se ocupará de que las motos estén en perfecto estado. La recarga de la batería se facilita al poder desmontarla y llevarla a casa para enchufarla a la corriente. Eso sí, pesa 11 kilos.