Fin a la inseguridad
Los administradores concursales, que gestionan los concursos de acreedores de familias y empresas, deberán contar con un seguro de responsabilidad civil que cubra el pago de daños por valor de hasta cuatro millones de euros que pudieran causar en el ejercicio de su cargo.
Según el real decreto aprobado el viernes por el Consejo de Ministros, la póliza de estos profesionales deberá garantizar una indemnización que variará en función del número de concursos en los que intervenga y la complejidad que tengan. Para los profesionales, la suma asegurada oscilará entre los 300.000 euros y los tres millones de euros, una cifra que se elevará en el caso de las empresas dedicadas a estas labores, que deberán tener garantizada una indemnización de entre 2 y 4 millones.