Temor en el mercado: si España no pide el rescate, la prima volverá a los 500
Los analistas creen que la petición de ayuda a Europa es inevitable y que si ésta se retrasa, la tensión podría volver a los mercados de deuda y disparar la prima de riesgo por encima de los 500 puntos básicos.
El jueves día 6 el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dijo lo que los mercados querían escuchar. El anuncio de compra de deuda de los países periféricos cumplió sobradamente con las expectativas que en semanas previas se habían ido generando y que habían permitido a la prima de riesgo empezar una carrera descendente desde los máximos de 650 puntos básicos que tocó a finales de julio. Dos semanas después del discurso de Draghi, la prima de riesgo de España se mantiene a raya en el entorno de los 400 puntos básicos. La mejora de la situación de la deuda ha permitido incluso a algunas compañías volver a financiarse emitiendo deuda.
Sin embargo, toda la mejora del mercado pasa por las expectativas que hay de que España pedirá en los próximos días o semanas el rescate a Europa. La gran duda de los analistas está en cuando se producirá, ya que las declaraciones realizadas por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en sus últimas intervenciones, han puesto en duda el momento en el que se formalizará oficialmente esta petición e incluso si se va llegar realmente a materializar.
Los analistas advierten que ningún problema de los que tenía España hace escasas semanas, y que han provocado la crisis de deuda que se ha vivido en los mercados en los últimos meses, han desaparecido de golpe y plumazo.
"¿Alguien en su sano juicio cree que la mejora en la prima de riesgo viene motivada por una mejora macro en las perspectivas de España (crecimiento, desempleo, cifras de déficit...)? Nos parece bastante obvio que la fuerte caída de nuestra prima de riesgo viene promovida porque el BCE nos ha trazado el camino para frenar la crisis de deuda soberana solicitando un rescate con unas condiciones que nuestros socios europeos ya nos han ido adelantando.", explica Pablo García, director de Carax Alpha-Value.
El experto teme que el Gobierno decida esperar a que se celebren las elecciones en el País Vasco y en Galicia el próximo 21 de octubre para pedir el rescate. Esta opinión es compartida por otros expertos. "Las dudas que parece tener el Gobierno de España sobre la conveniencia o no de pedir ayuda al BCE y a los fondos de rescate europeos están comenzando a generar cierta inquietud en los mercados. La mayoría de analistas, entre los que nos encontramos, dan por hecho que España no podrá eludir la petición de ayuda", aseguran desde Link Securities.
La firma cree que el Ejecutivo confía que con la aprobación de unos presupuestos generales 2013 restrictivos y que cumplan con los objetivos de déficit público acordados con la Comisión Europea será suficiente para tranquilizar a los mercados. "En nuestra opinión, eso no será así, y en pocos días, si los inversores se convencen que el Gobierno de España va a esperar hasta que no tenga más remedio -mucho nos tememos que entonces el rescate deberá ser total-, los ataques contra la deuda española e italiana volverán, provocando un nuevo y vertical incremento en rentabilidades y primas de riesgos. Hasta entonces, la renta variable se mantendrá más o menos estable, mientras que los mercados de deuda se irán, poco a poco, debilitando", advierte la firma de análisis.
Por el contrario, Link Securities asegura que si el rescate se pide de manera inmediata, tal y como apuntan varias informaciones publicadas en las últimas horas, la prima de riesgo debe situarse alrededor de los 300 puntos básicos.
Renta 4 asegura que la semana próxima será especialmente relevante, con la presentación de los Presupuestos de Generales de 2013 en España y que previsiblemente vendrá acompañada por un plan de reformas estructurales, que podría constituir el paso previo a la solicitud de rescate. "Y es que a pesar del éxito de la subasta de bonos de ayer en España, las necesidades de financiación de aquí a fin de año son exigentes y es necesario mantener los costes en niveles moderados, algo que entendemos que sólo sucederá si el BCE empieza a comprar deuda en secundario", concluye la firma.
¿Hasta donde podría llegar la prima?
Victoria Torre, responsable de análisis y productos de Self Bank, advierte que día tras día la presión se incrementa y si el Gobierno solicita ayuda no descarta que el diferencial de bono español a diez años con el alemán- vuelve a niveles previos o tal vez algo más relajados, ya que la diferencia es que ahora se cuenta con la garantía del BCE, y ello puede hacer que la percepción de riesgo en los mercados sea inferior".
Por su parte, Estefanía Ponte, directora de análisis y estrategia de Cortal Consors, afirma que todo lo que sea incertidumbres es negativo para el mercado y no es bueno retrasar decisiones que el mercado está esperando. La experta considera que "salvo que hubiera una recaudación espectacular de la mano de la actividad, algo improbable, España necesita perdir ayuda".
A las voces de los analistas se han unido en las últimas semanas las de las compañías.
Los empresarios, a través de la CEOE, no tardaron en dar su opinión al respecto y antes de que hubieran pasado 24 horas de que Draghi anunciara su plan ya habían pedido al Gobierno que no se demorara a la hora de solicitar la ayuda.
El vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, se suma a la voces que piden a Rajoy que solicite en rescate a la UE "lo más pronto posible" porque "el tiempo corre" y España es, a su juicio, un país "casi en suspensión de pagos". Así se expresó en una entrevista en la Cope, donde el máximo representante de los empresarios madrileños valoró que el presidente del BCE, Mario Draghi, haya "abierto la autopista" de la ayuda para la economía española con su programa de compra ilimitada de deuda soberana de los países que lo soliciten a cambio de estrictas condicionalidades.
"El presidente Rajoy dijo que ahora hay que ver esas condiciones especiales, que hay que estudiarlas y que, si es necesario, pedirá (el rescate). Creo que es lo más sensato. Estamos en un país casi en suspensión de pagos y, cuando una empresa está mal, la alternativa es pedir ayuda. A lo mejor Rajoy decide pedir esa ayuda, pero el tiempo corre y habrá que tomar una decisión lo más pronto posible", instó Fernández.
Ayer, el presidente de BBVA, Francisco González, también pidió al Gobierno a que pida ayuda "cuanto antes mejor" y "siempre que sea posible" mediante una línea preventiva de crédito o financiación, que ni siquiera se tendrá que utilizar.
El banquero rechazó tajantemente la posibilidad de que España sea rescatada como lo han sido otros países y apostó por una línea preventiva de crédito. Si el Gobierno decide ir por ese camino y reclama dicha línea, González augura que ni siquiera tendrá que recurrir a ella porque la petición abrirá las puertas a que el BCE compre deuda, lo que a su vez, permitirá a España emitir deuda a precios más bajos.
En cuanto a las consecuencias que podría tener para el país solicitar este tipo de ayuda porque, el presidente del BBVA restó importancia con el argumento de que el 90% de las condiciones que se podrían exigir ya se han puesto en marcha por el Gobierno en sus poco más de ocho meses en La Moncloa.