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Expediente contra Apple y cinco editoriales

Bruselas anula los pactos que impedían la rebaja del 'ebook'

La Comisión Europea anunció ayer que ha logrado que Apple y cinco de los principales grupos editoriales de Alemania, Francia y Reino Unido rompan un acuerdo de distribución que, según Bruselas, pretendía encarecer el precio de los libros electrónicos. Las seis compañías niegan la acusación, pero se han plegado al deseo de Competencia para evitar una sanción multimillonaria.

Bruselas anula los pactos que impedían la rebaja del 'ebook'
Bruselas anula los pactos que impedían la rebaja del 'ebook'BLOOMBERG

Que el libro electrónico no despega en la mayoría de los países de la UE parece un dato fuera de duda. Pero las causas de esa aparente anomalía (en un mercado con tasas récord de alfabetismo y de difusión de las nuevas tecnologías) no están tan claras. Una de ellas, al menos, podría estar en vías de corrección: el elevado precio de la versión digital a pesar de que sus costes de distribución resultan ínfimos comparado con la edición de papel.

Tras año y medio de investigación, la Dirección General de Competencia de la CE, dirigida por el comisario Joaquín Almunia, ha concluido que el precio actual del ebook de las principales editoriales del continente está amañado, al menos, cuando lo distribuyen a través de Apple.

Nada menos que el grupo francés Hachette; los británicos Pearson (propietaria de Penguin) y Simon & Schuster; el estadounidense Harper Collins, y el alemán Holtzbrinck/McMilan habían suscrito un acuerdo de distribución con la multinacional informática estadounidense que, según la CE, incluía cláusulas que "podían aspirar a elevar los precios de los libros electrónicos en el mercado europeo o impedir la aparición de precios más bajos".

Los acuerdos anulados sustituían el modelo de distribución mayorista por el de agencia, que permite al editor ejercer un mayor control sobre el precio final de venta. E incluían una cláusula que garantizaba a Apple la mejora de las condiciones (de precio y comisión) que disfrutaran otros distribuidores. Bruselas considera que esa cláusula (conocida como nación más favorecida) incendiaba a los editores a presionar a otros distribuidores para que también aceptasen el modelo de agencia y así no ver reducidos sus márgenes.

Tanto Apple como las editoriales rechazan los cargos presentados por el departamento de Competencia. Pero la compañía de la manzana y cuatro de las editoriales (la investigación sobre Pearson aún continúa) se han comprometido con la Comisión a poner fin a los acuerdos investigados.

Bruselas ofrece un mes para que todas las partes interesadas puedan comentar el compromiso. Y si no detecta objeciones importantes, lo hará oficial y exigirá su cumplimiento en un máximo de 14 días. Si Apple o las editoriales violaran después el compromiso se expondrían a una multa de hasta el 10% de su facturación mundial.

La batalla contra Amazon como telón de fondo

Los acuerdos suscritos por Apple con las principales editoriales de EE UU y de la UE forman parte de la batalla que libra con Amazon por hacerse con el dominio de la distribución digital. Apple irrumpió en ese mercado en 2010 con el lanzamiento del iPad y se abrió un hueco ofreciendo a los editores un mayor control sobre el precio final de venta. Pero las autoridades de Competencia a ambos lados del Atlántico han equiparado esos contratados con un acuerdo sobre precios. En EE UU, el Departamento de Justicia denunció a los firmantes y tres grupos editoriales aceptaron el pago de 50 millones de dólares para cerrar el expediente extrajudicialmente. Bruselas también ha logrado su abolición. Y los analistas prevén que Amazon lanzará ahora otra guerra de precios.

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